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Lágrimas de Estrella
Publicado en Dec 22, 2009
 El cielo oscuro lleno de matices negro azules, iluminado por las bellas estrellas que perforaban el firmamento como un a un trozo de tela vieja que cubre una lámpara clara, adornada aquella noche en la playa de luna llena: Mujer de bellos cabellos miraba la noche serena, El viento suave rosaba su tez morena, Sus ojos como azabache miraban la luna llena; Soltaban amargas lágrimas sobres sus labios cayena. ¡Oh mujer hermosa! ¿Qué provoca tu pena? ¿Es la muerte? ¿Es el amor lo que a tu alegría condena? ¿O acaso el desamor es lo que te envenena Y te invita a desahogarte sentada sobre la arena? Mujer tu tristeza enorme ha invadido todas tus venas, Llenando todo tu ser, haciéndote más ajena; Ajena a la alegría que antes en ti era plena. ¿Es la muerte o el amor que a tu alegría condenan? Es la pregunta de un ángel curioso, Que se ha conmovido ante lo sollozos De aquella alma pura de mujer bella Que cautiva está como una doncella. Y ante la tristeza ella es prisionera. Bendita la espada la cual rompiera Las cadenas fuertes que incitan tu pena A invadir su alma en la noche serena. El ángel curioso de las nubes baja ¿Aquella tristeza es de solo alma? Con ojos de asombro aquel ángel mira, Pena más amarga no vio en su vida. Mirando una estrella la mujer suspira. El ángel al cielo la mirada gira: Es la más reciente que en el cielo brilla, Es solo un recuerdo de una antigua vida. ¿Es la muerte o el amor que a tu alegría condenan? ¿O es el desamor que a tu alma envenena? Ella en contesta en silencio: La muerte es mi pena, Junto al desamor mi alma envenena. Solo una mirada bastó para hablar, Respuesta más clara no pudo expresar Ninguna palabra llegaría aclarar Lo que a la mujer hacia llorar. Es solo una estrella que provoca el llanto, Y es el brillo albo en el negro manto Otro sufrimiento: Lágrimas de estrella, Que anhelan estar con la mujer bella.
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Francisco Perez
Cristian
Un placer leerte
Francisco Perez
Angelica
Francisco Prez
Bien recibidos sus saludos y correspondidos!
Frank
Daniel Florentino Lpez
Bello poema!
Saludos cordiales
Daniel