Anoche soñé que volvía a ser niño.
Publicado en Dec 22, 2009
Anoche tuve un sueño muy bonito. Soñé que volvía a ser niño. Soñé que sentía en mi interior esa sensación de que el mundo es tan grande, que jamás me voy a cansar de él. Soñé que de nuevo podía correr por las calles sin que la gente me mirara de forma extraña. Soñé que me emocionaba cuando veía pasar al señor de los helados, y sin que siquiera una duda me obstaculizara, me lancé hacía él para comprar un helado de fresa con limón, pues aunque no "combinaran" los sabores, a mí así me gustaba. Soñé que después de mucho correr, llegaba a un parque muy grande. Ese parque tenía de todas las clases de juegos que uno podía querer. Tenía columpios, tenía resbaladeros, tenía volantines, tenía sube y baja. Lo tenía todo. Yo no sabía en que juego me subiría primero, sólo sabía que me subiría a todos.
Y así fue. Disfruté de todos los juegos uno por uno, hasta que algo fantástico pasó. Estaba yo en el columpio, y empecé a llegar cada vez más alto, más alto, ¡más alto! Hasta que de repente me encontraba yo en el espacio. Entonces, me deshice del columpio y comencé a "nadar" por el cosmos, viendo las estrellas, y todas ellas me sonreían. Me sonreían como si fueran mis amigas de hace tanto tiempo. De repente una de esas estrellas se acercó hacía mí, y yo la monté. Entonces la estrella comenzó a moverse y yo estaba sobre ella, agarrado con todas mis fuerzas, pero sin miedo, viendo a donde me llevaría. Pronto estábamos de nuevo en la tierra, recorriendo el mar tan de cerca que yo lo podía tocar. Y pasábamos por muchas islas y yo saludaba a muchos piratas que navegaban en sus barcos, tal como yo soñaba hacerlo, cuando yo era un niño. Y así de repente anocheció, y yo seguía en mi estrella, y seguí en ella hasta que amaneció. Y volamos juntos hasta el sol naciente, donde nos perdimos. Entonces desperté. Desperté y pude ver el techo de mi habitación, blanco como todos los días. Y me pude ver a mí mismo, con 17 años, como todos los días. Entonces me tumbé en la cama y cerré los ojos, deseando que ese sueño volviera, que cayera yo en ese mundo donde volvía a ser un niño. Pero no pude. Frustrado, me quedé en la cama mirando hacía el cielo azul de la ventana. Entonces comencé a pensar ¿No habrá alguna forma de que yo pueda volver a ser niño? Es que en serio lo anhelaba tanto. Tenía que descubrir alguna forma en la que mi infancia regresara. Tras mucho tiempo de reflexión, me levanté y comencé a escribir este texto en el que puedo comentar mis conclusiones. Cuando yo era un niño, el mundo me parecía algo inmenso que jamás terminaré de explorar. Sin embargo ahora, con las guerras y los desastres, el mundo es algo que ya no deseo explorar. Luego, me vino a la mente un pensamiento: "cada cabeza es un mundo". ¿Y si en vez de explorar el mundo común, me pusiese yo a explorar los mundos de cada uno de los que me rodean? Seguro que jamás me cansaría de explorar. Volvería a ser yo un niño en parte. Seguí pensando. Cuando yo era niño, corría por las calles sin temor. Pero si ahorita me pusiera a correr igual que antes, todos me mirarían y se preguntarían que cuál es mi prisa. Y es cierto, ya no puedo correr con libertad como antes, pero si puedo correr hacía mis metas y alcanzarlas, y es ahí donde nadie podrá poner esa cara de "estás loco", y aunque la pusieran, no me importaría. Tenía que volver a ser un niño. Cuando yo era niño siempre compraba helado de limón con fresa, aunque todos me decían que esos sabores no se mezclaban. Sin embargo jamás hacía caso. A mí me gustaba, y no le hacía daño a nadie. No tenía nada de malo cometer una pequeña e inocente locura. Y al final pensé ¿Por qué no hacer más locuras? Algo que no le haga daño a nadie. Seguro que eso me haría más niño ¿Por qué no sonreír a toda la gente el día de hoy por ejemplo? Luego recordé el parque. Todos los juegos que había, y cómo yo los disfrutaba. Ahora esos juegos ya no pueden con mi peso. Me tengo que entretener en otras cosas. Ir al cine, al boliche, al billar, a alguna exposición. Sin embargo, pensé, ¿Cuántas veces no me rehúso yo mismo a ir a esos eventos? Es cierto, cuando yo era niño no dejaba de jugar con nada, aunque fuera la primera vez. Ahora me daba miedo hacer las cosas cuando nunca las había hecho por vez primera. Pero ya bastaba de eso. Yo tenía que volver a ser un niño. Tenía que dejar de temerle a cosas que son para mi bien. Si tenía yo suerte, me elevaría alto, hasta el espacio, con todas esas metas. Entonces fue que recordé a mi amiga la estrella. ¿De dónde había sacado yo la imaginación para montar en una estrella? Quizá cuando era niño yo era más poético. He ahí un objetivo más: volver a encontrar belleza en las cosas simples, como ver el azul del cielo, o hallarle forma a las nubes, matarme en el intento de encontrar un trébol de cuatro hojas. ¿Por qué no volver a soñar con cosas imposibles? Cómo cuando yo soñaba en viajar por el mundo en un barco pirata. ¿Por qué no soñar con otra cosa imposible? Tal como la felicidad de mi vida. Algo que a todos de repente nos parece tan imposible. ¿Por qué no soñar de nuevo? Al final de mi sueño, volaba yo a un amanecer. Y ahora despierto también vuelo. Es momento de un nuevo amanecer en mi vida. Volveré a ser un niño. Así que yo le digo al mundo en este momento: "Listo o no, ¡Allá voy!".
Página 1 / 1
|
Edgar Omar Neyra
Un abrazo..Saludos
Estrellitas para tì
Veo que eres de Mèxico eso me da mucho gusto se que tienes talento Jilisience
Felices fiestas...Edgar Tù amigo siempre fiel...
Quique
Lalo, adivina qué, acabo de llegar de jugar billar y jugué como un niño otra vez. Casi quería decir como Pinocho "soy un niño de verdad". Y por cierto, yo adoro la canción de Bob Esponja.
VIVE EN UNA PIÑA DEBAJO DEL MAR... BOB-ES-PON-JA ♪
Jesus Eduardo Lopez Ortega
Nayadeth
me encantó dan ganas de ponerse chiquito y correr vueltas a la manzana gritando
y qe la gente vea y diga solo es una niñoa hace cosas de niños :)
Nosé da como nostalgia porque piensas que dejaste de ser niño cuando te importaba qe la gente dijera algo cuando hacias alguna cosa tonta como caerte y ponerte a llorar.
Son ellos quienes nos cortan las alas, y yo se que podemos regenerarlas, y tu puedes volver a ser ese niño que se notaba era muy muy feliz !, solo hay que intentar!
5/5 estrellitas para tii ! :)
Adiós!
Quique
Quique