Recuerdo de juventud con los amigos- Parte 5
Publicado en Dec 28, 2009
Prev
Next
Image
                      Recuerdo de juventud con los amigos
                                     Parte 5
                                        
¿Recuerda la adolescencia como un período hermoso, Mi querido Faraón Tolomeo?-Preguntó el escribano mientras tomaba nota- Tolomeo suspira y continúa el relato- No, mi querido escribano, desde nivel reino, el Rey Filipo iba de aca para allá para contener a aquellas ciudades helenas que estaban en nuestra contra, es decir, que no aceptaban que sus ciudades estados estuvieran dirigidas por un monarca, y además teníamos un gran enemigo, "El gran imperio Persa", pero afortunadamente, Filipo tenía un buen estratega llamado Parmenión, que era un gran amigo y fiel servidor del rey, y también con su ejército que iba majorando de a poco...
Mi rey...¿Considera que era bueno que todas las ciudades helenas estuvieran bajo el régimen de Filipo? - preguntó el escriba. - Lo que te uedo responder, es que teníamos un gran enemigo, el imperio Persa, que estaba dominado por el rey de reyes, y ellos durante siglos se ocuparon de apoderarse de distintos reinos a través de la violencia y tomándolos como esclavos, aunque debo destacar al emperador Ciro, que hace mucho tiempo, respeto las costumbres de estos pueblos sometidos y procuró gobernar en paz... Bueno, como te decía, Filipo consideró correcto, que tuviera a su cargo a las ciudades helenas, ya que  todos teníamos un lenguaje común, la misma religión, participábamos en los Juegos Olímpicos, todo eso.
Lamentablemente, el orador Demóstenes, en Atenas, hablaba pestes de Filipo diciendo que era un monarca sanguinario y que deseaba tener a la gente como esclavos y muchas barbaridades; todo este contrapeso, ayudaba a que muchas ciudadestuvieran en contra e impedía realizar las buenas intensiones de nuestro rey, que era equipar al reino de defensas y ayudarlo a crecer económicamente.
Mís queridos escribanos, en cuanto a mis compañeros y a mí, recuerdo que a partir de los trece nos sentíamos confundidos, ya que ante cualquier dificultad no debíamos  llorar como niñas y debíamos comportarnos como señores ante nuestros mayores pero, por otro lado, éramos niños para participar de los  banquetes del reino, de dar opiniones y sobre todo ser integrantes del gran ejército, ¡todo esto nos confundía!
Recuerdo una mañana, que estabamos jugando en el campito a las luchitas y muy cerca estaba el rey Filipo comprando caballos a un comerciante y,  junto a él, se encontraba soldados razos al lado de Clito, quién los mandaba, su estratega Parmenión y el noble Atalo. Nosotros dejamos de jugar y fuimos a ver los caballos además sentimos curiosidad con cuales caballos el rey se quedaría, pero resulta que entre los elegido había un brioso, negro, arisco corcel que tenía cabeza de buey. Todos intentaban montarlos pero ninguno lo lograba. Filipo sugirió que Clito lo montara ya que era el excelente para domar caballos, pero cuando éste se acerco le pegó una patada que lo hizo chocar sobre un poste. -¡He, Clito!- grito Filipo anonadado-¿Te invadió la inseguridad infantil a tí y al resto? Me extraña, mis soldados Macedonios, que sus capacidades aprendidas se hayan reducido. Clito  dijo que seguían siendo siempre lo mismos y acotó que los caballos estaba invadidos por demonios. Filipo intentó pero, cuando montó el corcel, lo hizo caer de cola, y logró que el rey sacara toda su furia diciendo que no compraría el caballo y que lo haría carne. El comerciante, contal de vender, le dijo que el caballo necesitaba tiempo para adaptarse. Para colmo, la gente del pueblo, que pasaba por el lugar, se amontonó a observar. El rey furioso y un poco avergonzado pidió al vendedor que se llevara los caballos y sobre todo a ese corcel al matadero, hasta que Alejandro saltó en defensa del brioso corcel, diciendo ante la multitud que el lo montaría. Todos rieron y sobre todo su padre diciéndole de que estaba loco, que tenía aserrín en su cerebro y que sería el hazmereir de Macedonia por su propuesta. Le ordenó que volviera al palacio junto a nosotros, pero él poniéndose frente al re, le dijo que compraría el caballo y que él lo cuidarí. - ¡Ciudar! ja ja... ¡No vez que ni los mejores hombres ni yo, que somos guerreros expertos, podemos!. Ale dijo  que lo haría. Su padre, finalmente aceptó el desafío y que si lo montaba le compraría el caballo. Parmenión temió y le dijo que era pequeño para tal desafío pero el rey añadió, que era hora de que se probara a sí mismo ante todos.
Sinceramente pensaba que Alejandro no lo lograría y sobre todo cuando Casandro dijo que Ale se mataría, lo cual ligó un coscorrón de Hefestión, que lo hizo hacerce pequeñito entre la multitud ¡Bien hecho! Se lo merecía por pájaro de mal ahuero.
Mientras tanto, en medio del corral de a poco se acercó mi amigo Ale hacia el arisco caballo. El animal lo miraba con desconfianza pero Ale pudo percibir lo que nadie pudieron: Que el caballo temía ver su sombra y para solucionar el problema Ale le habló suave y lentamente logrando de a poquito la confianza del animalito, luego lo hizo que mirase al sol. Noté que le susurraba, pero nunca pude saber qué. Finalmente, cuando quisimos acordarnos nuestro príncipe estaba sobre el caballo, lo cual hizo que cabalgara con toda por todo el campo. Logró que todo el mundo lo aplaudiera y consideraran como a un héroe. Su padre, cuando bajó del corcel, alzó a su niño, y ante todo le dijo que cuando creciera se fuera junto a nosotros, sus compañeros, a buscar otro reino grande porque éste le quedaba chic. Ale sonreía feliz porque todos se sentían orgullosos de él a excepción Casandro y su hermano Yolas, que estaban colorados carcomidos de envidia. Yo pasé y les dijes: ¡Me alegra verlos colorados como sangre, par de cuervos envidiosos!, Los demás compañeros reían sin cesar.
Finalmente Filipo organizó un regio asado para todos los presentes. Hubo buena comida, baile,  músicos del pueblo, entonando buenas melodías. Nos divertimos a lo loco a excepción Casandro y su hermano, que estaban sentados en un tronco muertos de envidia.
A partir de ese momento, el corcel ya no tenía más miedo pero nadie lo podie lo podría montar a excepción Alejandro, que para siempre se convertiríanen grandes amigos, en las buenas y malas.
Con respecto al grupo, todos pensabámos que tareas nos daría el rey, porque ya nos dábamos cuenta que lo habíamos  aprendido todo y nos estábamos convirtiendo en hombrecitos. Yo tenía incertidumbre que misión nos daría el rey porque ninguno nos decía nada, y hasta cuando estaríamos bajo la tutela de Leonidas y de Lisimaco. Solo los dioses lo sabían y nos quedaba esperar cumpliendo órdenes como jóvenes obedientes.
Continuará la parte 6

 
Página 1 / 1
Foto del autor María José Schiavi
Textos Publicados: 55
Miembro desde: Jul 27, 2009
4 Comentarios 760 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Recuerdo de Juventud. En este capítilo el faraón Tolomeo relata sobre la relación que Macedonia tiene con las otras ciudades estados Helenas y con Persia al comienzo de su adolescencia. Nos recuerda los cambios que siente él y sus compañeros al comenzar la pubertad, ya que en momentos se sienten mayores pero a la vez menores, por no poder participar en asuntos importantes del reino. Por último, cuenta cuando su amigo Alejandro Magno, monta al salvaje Bucéfalo, dejando a todos atónitos.

Palabras Clave: Recuerdos de juventud- compañeros- amistad- reino de macedonia- ciudades Helenas- Persia- Rey Filipo de macedonia. Bucéfalo- Clito el Negro- Casandro- Yolas- Tolomeo- Alejandro Magno. época greco-Macedonia antigua

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Derechos de Autor: María José Schiavi


Comentarios (4)add comment
menos espacio | mas espacio

JUAN CARLOS

QueridaMaría Jose..Sigo muy interesado en este magnifico relato..La aventuras y desventuras de Alejandro magno y todos los personajes que vas narrando con tu estilo tan particular..Me ha gustado mucho y voy a ala sexta parte..Felicidades amiga ..Estrellitas ¡¡¡¡

Cariño y un abrazo enorme..
Tu amigo..Juan Carlos..
Responder
January 02, 2010
 

María José Schiavi

HOLA QUERIDO ALFONSO:
GRACIAS POR SEGUIR ESTA HISTORIA QUE NACE DESDE EL CORAZON. YO NO ESTOY A FAVOR DE UNA MONARQUIA, POR SUPUESTO QUE APOYO A DEMOSTENES, UNA PERSONA QUE DESDE PEQUEÑO SUFRIO, QUE ERA UN VISIONARIO Y QUERIA A LAS COMUNIDADES HELENAS LIBRES NO SOMETIDAS BAJO UN REGIMEN. AQUI PONGO LA VISION DE UN AMIGO DE ALEJANDRO, TOLOMEO LAGOS, QUEIN DESPUES DE LA MUERTE DE SU AMIGO SE HIZO NOMBRAR FARAON DE EGIPTO, Y EL DEFENDÍA A SU REY FILIPO Y POSTERIORMENTE A ALEJANDRO... ESPERO QUE LO DISFRUTE POR QUE ES UNA HISTORIA QUE LLEVO DENTRO...
GRACIAS Y SUERTE
MARIA JOSE
Responder
December 31, 2009
 

Alfonso Z P

Hola María José:
Estoy siguiendo con interés esta historia. Demóstenes tenía razón, la libertad es un
bien preciado y hay que defenderla, aunque tu narración es desde el otro punto de
vista, no digo que estás de acuerdo con el sometimiento de los pueblos.
Saludos, que Dios te proteja y te guíe en el nuevo año.
Un fuerte abrazo: Alfonso
Responder
December 31, 2009
 

María José Schiavi

Espero que lo lean comenten y disfrute, mis compañeros
Responder
December 28, 2009
 

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy