Recuerdo de juventud con los amigos- Parte 6
Publicado en Dec 28, 2009
Recuerdo de juventud con los amigos
Parte 6 Una mañana bien temprano nuestro rey Filipo llamó a sus dos hombres de confianza: Parmenión y Antípatro. Había tomado una decisión y era con respecto a sus hijo Alejandro y a sus compañeros, que éramos nosotros, los hijos de príncipes aristócratas de Macedonia... Con esto quiero decir, que nos reforzaría la educación con más profesores de que lo que teníamos antes. ¡Qué ingeniudad!, ya que todos pensábamos que no tendríamos más clases y que nos integraríamos, por fin, en el poderoso ejército del rey. Filipo deseaba que tuviéramos la mejor educación intelectual que ninguna ciudad Helena había tenido y también el mejor entrenamiento militar del mundo. Quería obtener hombres con habilidades de dioses para asegurar el futuro del reino ante cualquier enemigo. Se esmeraba por darnos lo mejor y no nos dábamos cuenta. Solo pensábamos en jugar y hacer pavadas. ëramos muy jóvenes. Parmenión y Antípatro preguntaron: - ¡Qué profesores contratarás para los niños? Parmenión añadió_ Filipo, en la región de Macedonia no abundan profesores y filósofos y los que hay están acá, no tengo idea a no ser que contrates a Aristóteles, el genio filósofo, pero desde mi parte, le he perdido el rastro y no sé donde se encuentra... Calmen, amigos- dijo con una sonrisa Filipo- tengo a Aristóteles y a unos cuanto más que viven en distintas regiones helenas y están entusiasmados por enseñar. En Arisoteles confío ya que era un buen intelectual desde que nació y su padre trabajó como médico de esta corte cuando mi padre Amintas vivía. Éramos buenos amigos pese a tener mi mismo carácter. Lo localizaré con mis espias a todos los profesores y les pagaré un buen sueldo, que no podrán rechazar. Con tal de ver a mi hijo cerca de su madre, lo cual le quita hombría prefiero que éste ocupado aprendiendo junto a los amigos. Si, es lo mejor- Dijo Antípatro- la mano derecha de Filipo, y Parmenión añadió que todo saldría bien. En poco tiempo, el rey mandó a construir la escuela, en Mieza, donde había un santuario o una fuente donde se decían que iban las ninfas. La escuela, de dos plantas, en forma de cruz, de color blanca, tenía varias habitaciones, enorme cocina, distintas aulas donde se enseñaría música, arte, literatura, pinturas, matemáticas, oratoria, ciencias, entre otras, salón, enorme comedor,era enorme. La casa escuela estaba ubicada en medio del bosque lleno de árboles, un cristalino lago, un prado lleno de coloridas flores, una caverna y montañas de fondo. El rey consideró que allí estaríamos protegidos de todo peligro para recibir una tranquila y eficáz educación. Había partes de la casa que había que reparar, pero no teníamos idea de que íbamos a ser nosotros, pero esa es otra historia... Primero la casa escuela la habitaron Aristóteles, su esposa Pitia y su hijo adoptivo Nicanor, cuyos padres murieron en un accidente. él estudiaría con nosotros. Después llegó su sobrino Calístenes, los profesores Stroibo, Ecrión y otros, los esclavos y esclavas, los soldados que van a rodear la propiedad a cargo de Clito y de su ayudante Coinos, que tenía cerca de veinte años. Todos ya estaban esperando a las jovenes del futuro de Macedonia. Ahora nos tenían que informan porque todavía no conociamos la decisión del rey. Cuando el rey nos dió la noticia y nos dijo el menú de todo lo que aprenderíamos, estábamos contentos y sobre todo cuando nos describió la casa y el lugar. Aquel amanecer, sobre una carreta ibamos todos expectantes por conocer como sería nuestra nueva vida, pero lo que me llamó la atención, y también a los demás, es que no iban nuestros esclavos, que nos daban atención personalizada, pero el vago Proteas,quién era sobrino del general Clito, nos tranquilizó diciendo que en Mieza estaríamos como en un hotel de cinco estrellas, y Harpalo añadió, que a lo mejor el rey descartó a los viejos esclavos para ponernos unos nuevos. Y después pudimos vijar tranquilos riendo y cantando sobre la carreta que marchaba por el prado lleno de flores rodeados de una inmensa guardia que se unirían junto a los soldados que protegían la propiedad. Llegamos, Aristoteles, hombre de 40 años, de cabellos y barba negra, vestido de túnica celeste, con expresión tranuila y sonriente nos dió la bienvenida al igual que todo el gabinete que se ocuparía de nosotros y además estaban presentes los esclavos en la sala. Nos dió una cálida binvenida, nos hizo presentarnos para que el nos conociese, pero lo más sorprendente, es que cuando nos dijo que nos aséaramos para estar cómodos, dijo que lo teníamos que hacer sólosin ayuda de nuestros esclavos personalizados. Nos quedábamos átonitos y nos sentíamos indignos como si ingresáramos a prisión cunado añadió que teníamos que acomodar el cuarto... Debe haber un error, maestro-dijo Alejandro sorprendido y sin entender, al igual que todos nosotros- Mi padre contrató todos los servicios... - Nosotros debemos solamente estudiar y recibir entrenamiento militar- Saltó Hefestión. Al lado mío chillaba en voz baja Casandro- Oh dioses, éste hombre ingreído piensa que somos delincuntes, se lo diré todo a mi papá y al rey para que lo ejecuten, del otro Lado Seleuco lloraba como si alguien muriese, y yo sentíesto como un balde de agua congelada... ...SSHH Tranquilos muchachos, por el bien de ustedes, acomoden sus cosas, pidan el agua y las bañeras, se asean, acomodan las habitaciones y después bajan que les daré más tare, eh? Nadie pudo enfrentarlo, parece que tenía a los dioses ue lo protegían porque nadie pudo hacerle frente ante ésta gran ingusticia. Aseamos nuestro cuerpo, solos como pudimos y después limpiamos nuestros cuarto, por suerte Nicanor nos guiaba, pero no adelantaba nada acerca del programa de estudio de Aristóteles. Estaba atónito y no entendía la actitud de la nueva educación. Lo peor no vino sino cuando Aristóteles nos dijo que teníamos que terminar de revocar las habitaciones sin terminar y pintar, además debíamos limpiar los pisos, lavar las ropas de todo el mundo, limpiar los baños, etc, en pocas palabras ser esclavos del plantel de profesores y soldados. lo más triste que nadie podíamos contestarle a Aristóteles, ni siquiera Alejandro, que tenía su carácter y era un príncipe. Sentíamos que los dioses no detenían y estában en nuestra contra. La primer semana fue dura, llena de trabajo, ni siquiera al hijo del rey tenía privilegio, sentíamos como si ingresáramos al infierno a manos de Hades, pero Ale prometió que nos sacaría de ésto y que debíamos tener paciencia. No quedaba otra que confiar en nuestro lider. Continuará la parte 7
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JUAN CARLOS
Besos y cariños de siempre..
Tu amigo..Juan Carlos...
María José Schiavi
LA RESPUESTA LA TENDRA EN EL PROXIMO CAPITULO, Y TRATARÉ DE ESCRIBIRLOS SEGUIDOS HASTA QUE LOGRE TERMINAR... ME ALEGRO QUE LA DISFRUTE, ALGO TRAMA ARISTOTELES, YA QUE ERA UN HOMBRE SABIO, AUNQUE COMO TODO HUMANO PUDO TENER ERRORES...
SALUDOS Y FELIZ 2010
María José Schiavi
ME ALEGRO QUE HAYAS VENIDO A VER MI TRABAJO Y DEJARME UN HERMOSO COMENTARIO QUE ME DA ANIMO PARA SEGUIR.. TE ENVIO SALUDOS Y UN FELIZ 2010!!!
MARIA JOSE
Alfonso Z P
El hombre se forja con el trabajo, hay que estar preparado para los tiempos
difíciles, a lo mejor esa era la idea de Aristóteles, a lo mejor me estoy
adelantando a los acontecimientos, a lo mejor nos sorprende con algo
distinto, ya veremos.
Interesante, pero por favor, no la espacies tanto, no me refiero a los dos
últimos. Como siempre, muy buena narrativa.
Una vez más, un abrazote y mucha felicidad en el 2.010 junto con tu Mariíta
y demás seres queridos: Alfonso
Verano Brisas