Recuerdo de juventud con los amigos- Parte 7
Publicado en Dec 31, 2009
Recuerdo de juventud con los amigos Parte 7
A las medianoche, mientras todos estábamos durmiendo, Aristóteles estaba en vela tratando de conciliar el sueño leyendo un papiro, que yo no tenía idea de que se trataba, y su esposa Pitia, miraba con sus ojos negros hacia el techo. Aristóteles la ve preocupada y le pregunta: ¿Que te impide dormir, mi querida esposa? ¿Cuáles son tus temores, amor mío?, entonces Pitia le respondió: Mi Aristóteles, pienso que se está yendo las manos en tratar al hijo de tu amigo, el rey, y a los nobles príncipes como esclavos lavanderos, cocineros o albaniles... Ellos vinieron a capacitarse para defendernos de las tribus enemigas y del poderoso imperio Persa. Se que busca la excelencia en tus alumnos... Los veo sufrir,y no quiero que se sientan mal, ya que los siento como hijos míos... ellos estaban cuidados con manos de seda y temo que al rey no le guste tu estrategia, y lo que menos entiendo, es que no han recibido clases de tí y de los profesores todavía... Tu nunca exigiste a tus alumnos hacer tareas de la casa o de reparación... Aristóteles mira sonriente y comprensivo hacia su tierna y cariñosa esposa, luego le acaricia sus mejillas diciendo: - Mira, Pitias, primero quédate tranquila que Filipo, mi rey amigo, está informado del programa educativo, y principalmente de este plan que estoy llevando a cabo, y él lo aprobó... Mi esposa, éstos jóvenes no son alumnos cualquiera, de lo que yo tenía en la antigua academia en Atenas, que eran hijos de personas de clase trabajadora. Estos niños son de pura sangre noble, y sobre todo Alejandro, y mi deber es que aprendan a valerse por si mismo aprendiendo a ser independientes para estar preparados a los tiempos duros, si quieren ser eficientes gobernantes, administradores o defensores del reino, es necesario que empiecen de abajo. Sé que me quieren colgar en una plaza pero veo que aprenden a untocontrolarse y eso es muy importante,y estoy tranquilo que el príncipe es inteligente y domina a sus amigos, pienso que haré un buen trabajo... Pitia le dijo más tranquila: - ¡Eres un genio, esposo mío!. Estoy tranquila, yo sé que secarás excelentes hombres del mañana y todo salbrá bien. Pero tengo una prueba más dura, dijo sonriente Aristóteles, que mi pesado sobrino Calistenes les de el fin de semana clases toda la tarde de historia, pienso que si pasan este tramo duro van a superar cualquier cosa... -¡ Pobrecitos!- Dijo Pitia. Los dos se abrazaron y rieron un largo rato hasta que se durmieron. A la mañana siguiente, bien temprano, Aristóteles nos comunicó, antes de desayunar y en éste fin de semana, que no haríamos trabajo de cocina, lavado de ropa, limpieza en la residencia, mantenimiento del jardín junto a los esclavos, a excepción la limpieza de nuestro cuarto y de nuestro cuerpo y, que durante las tardes de aquel fin de semana, comenzaríamos a tomar clases con su sobrino Calístenes. ¡Qué suerte! ya no aguntaba más esa vida de esclavitud e igual mis amigos; me dolí mucho todo el cuerpo. Volvía todo a la normalidad, eso fue lo que creíamos. LLegamos media hora temprano al aula, nos sentamos en nuestros respectivos lugares, a esperar a nuestro profesor Calístenes. - Menos mal que el odioso filósofo y su comitiva recapacitaron y nos tratan por lo que somos. Ale me miró y dijo- Tal vez, nuestro amigo Clito vio como nos trataba y mi padre lo puso en su lugar, ahora podemos respirar tranquilo... Nearco intervino:- Amigos, si la cosa iba para peor yo hubiera preparado las maletas, hubiera ido a Pella y le suplicaría al rey que me de clases Leonidas, que pese a ser rígido, nos daba clases y no nos trataba como esclavos, luego el oso Crátero: - Tranquilo Nearco, si seguía mal la cosa, le hubiera dado una piña que lo habría hecho volar a Persia a ël y a todo su gavinete...Al terminar el oso Crátero de hablar, entra Calistenes, un joven profesor flaco de cabellos y con una cara de loco, con un *libro bajo el brazo, nos comenzó a decir que calláramos nuestros pico, que sacáramos lápiz y papel que tenía que dictarnos. Bueno, pensabamos que iba a ser un dictado corto pero no lo era... Calístenes, con una voz chillona, comenzó a dictar un tema horrible, pesado, que no interesaba ni a los dioses, creo que era sobre la edad de piedra, la época del paleolítico inferior... historias de hombres anónimos que vivían una vida monótona pezcando, viviendo en cueva, cazando animales y luchando contra los peligros que se presentaban en el momento,no eran historias de vida que te dejaba una enseñanza, es decir, que después de tanto bla bla bla, me perdí y no pude seguir escribiendo. Por suerte, el profe no lo notó, ya que miraba su libro dictando muy concentrado en su tarea y no miraba cómo estábamos nosostros, sus alumnos. Mientras me frotaba la mano, ¡ porque me dolía de tanto escribír!, pude observar como se sentían mis compañeros: Alejandro, con su rostro colorado por la furia de su interior, escribía y apuntaba el lápiz a cada rato para arrojárselo al profe, pero algo lo contenía. Hefestión escribía y lo puteaba en voz baja. Erigio, al perder el hilo dejó de escribir, sólo se veía en él una mezcla de cansancio y furia. Laomedón, que se perdió, estaba leyendo un libro, que tenía sobre sus rodillas, de lenguas extrangeras. Cratero bufaba conteníendo su ira. El tranquilo Proteas, al perder el hilo se durmió. Calístenes por suerte no se daba cuenta, pero como siempre hay uno que arruina la fiesta, como Casandro y su hermano Yolas, se atrevieron a decirle al profe que nosotros estábamos distraídos haciendo otra cosa menos escribir lo que él dictaba. Esto lo puso furioso y nos trató de todo primero, después nos hizo leer y para lo peor, hacer trabajos extra sobre el tema, y no de una hoja sino de cien. ¡Que castigo de los dioses! Pero por suerte Casandro y su hermano, fueron castigados coo nosotros y no se salvaron de los palizones que le dimos entre todos por habernos acusado. Mis queridos escribanos, sentíamos que habíamos ingresado al INFIERNO. Por suerte Alejandro nos daba contención, y nos cito después de la media noche al ninfeo para planear como salir de esta cruel situación y de buscar la forma para luchar por un futuro mejor. Todos llegamos puntual, aquella medianoche, y nos dimos cita al lado de la fuente de agua bajo la luz de la luna y las estrellas. Todos planteamos a nuestro príncipe de abandonar el lugar y de contarle de las pésimas clases de Calístenes y del maltrato de Aristóteles, pero nuestro principe nos tranquilizó diciendo que al amanecer iba a enfrentar sí o sí al maestro y le iba a cantar las cuarenta. Como era un principe, lo iba a enfrentar cara a cara, sin huír, porque era de cobarde. Dormimos tranquilos porque sentíamos que contábamos con un líder compañero capáz que nos ayudaría a salir de este mal y por salvarnos de la tarea ridícula que nos encomendó Calístenes. A la mañana siguiente, Aristóteles nos esperaba con los profesores y Ale le dijo que quería hablar urgente con él, pero el maestro le dijo que hablaría el primero por ser mayor , entonces Ale cedió el lugar, y todos escuchamos atentamente lo siguiente: _Queridos discipulos- nos dijo sonriente- sé que soportaron hacer tareas que no estaban acostumbrados, pero era necesario hacerlo, porque si ustedes aspiran a ser grander hombres en el día de mañana, deben a aprender a valerse por sí mismos, y para ello deben a aprender a ciudar de sus cuerpos, empezar a aprender a hacer tareas de esclavos, de campesinos y la tareas de los soldados razos, porque en caso de que sean líderes, sepan como mandar y como quieren que lo hagan. Para ello tienen que experimentar desde abajo para dar órdenes. En definitiva, ustedes son nobles y sus familias, conocen las responsabilidades ante el rey y el puebl, y mientras esten aquí, asumirán responsabilidades y trabajos dirigidos por mí y otros maestros, así sabrán que sólo sabe mandar el que una vez ha aprendido a obedecer. La falta de esclavos personales, de ahora en más, deben verla como ventaja, ya que los ayudará a valerse por sí mismo. Los trabajos necesarios deben hacerlo ustedes mismos pero también dedicarse a los estudios teóricos y prácticos, si lo logran van a ser los más eficientes en sus funciones... por último, tendrán las clases como corresponder y cuando estén desocupados harán las tareas y vean esto como un disfrute y aprendizaje y no como una carga, eso es todo...Ah, noble Alejandro... ¿Que querías decirme tan urgente? - Alejandro, que lo había entendido todo, al igual que todos nosotros, contestó sonriente -Maestro, simplemente queremos decirle que estamos orgullosos de contar con sabio maestro como usted y que estamos a la disposición de ustedes con tal de aprender. Ahora entendimos que Aristóteles buscaba lo mejor para nosotros
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María José Schiavi
Me alegro que te haya gustado los siguientes capítulos de esta historia antigua, lo cual tus bellas palabras me incentiva para escribir, ya que es dificil, dar vida a los otros personajes, como los compañeros de Alejandro, y si lo logro podremos entender entre todo este perído en donde con sus conquistas pudo dar lugar a los avances tecnológicos y muchas cosas más... y espero en ofrecerles los siguientes capítulos y hacerlos viajar como si fueran en una máquina de tiempo hacia la historia griega. Si logro el disfrute tuyo y el de los compañeras puedo sentirme un poquito realizada, y todo gracias a tí y los compañeros..
Saludos y espero que estes disfrutando el comienzo de años...
Saludos y suerte
María José
JUAN CARLOS
Besos y mi gran cariño..
Tu amigo..Juan Carlos...
María José Schiavi
Alfonso te agradezco por ser lector fiel de mi historia, ya que de Alejandro se ha escrito hasta el hartazgo, por eso, ya que me encanta su vida, con virtudes y defectos, deseo hacerle un pequeño homenaje, y escribir desde la óptica de un amigo de manera original poniendo los datos reales y un poco de mí, como imagino aquellas lagunas que jamás se pudieron saber en este caso la relacion entre Alejandro con sus amigos en las horas libres y algunas clases con Aristóteles, ya que las obras de la vida de Alejandro, inclusive lo que escribió Tolomeo se perdieron, llegando fededignamente de Plutarco yArriano,los biógrafos mas antiguos, que escribieron aprox. en el s 2 de nuestra era, y lamentablemente no habla de su niñez salvo Plutarco pero puso situaciónes exageradas. Ojalá un día los arquéologos encuentren las obras de sus amigos de Alejandro, lo cual ayudará a entender mejor el peródo de los primeros años de su vida...
Gracias Alfonso, espero que pueda disfrutar de los siguientes capítulos que los tengo que organizar.
Besos y suerte
María José
Alfonso Z P
Gracias por atender a mi pedido, se lo agradezco.
Me imaginaba que nuestro amigo Aristóteles venía por esos caminos y muy inteligente
Alejandro al comprender, a lo mejor después lo llamarán El Grande.
Bien llevada como siempre y entretenida la lectura.
Abrazos: Alfonso