Las señales que comienza a emitir la dictadura cubana, van definiendo el rumbo conocido de los juegos macabros por los que transitan los tiranos, uno habla de acercamientos y dialogo, el otro de malas interpretaciones, ambos en el fondo puestos de acuerdo.
Pero cuales son en verdad los puntos a tratar. Cuba esta básicamente en una encrucijada de opiniones, dividida irreconciliablemente entre una burocracia oportunista aislada y un pueblo que al polarizarse va entendiendo que los tiranos, no desean bajo ningún concepto relaciones con los EEUU, mas que no sean aquellas harto consabidas de remesas y algunos viajes para paliar su agobiante crisis.
Por actuar de manera tan ladina, cuando la parte contraria tiende la mano y acepta dialogar, incluso sin que de la parte tiránica sé de paso alguno de acercamiento. La retórica hueca a quedado de manifiesto una vez mas y claramente expuesta ante la opinión de todos los países latinoamericanos y europeos que da una manera u otra iniciaron gestiones de buena voluntad ante ambos gobiernos.
Cuando esta de por medio la supervivencia de un pueblo, que no aguanta mas este tipo de cosas y sabe que la revolución agoto los tiempos de verdaderas reformas, es cobarde e inmoral regatear un acercamiento al país que por décadas actúa como el enemigo y ahora reconoce la hora de poder dejar atrás esa parte cuestionable de la historia y juntos de buena voluntad emprender un camino de reconciliación provechoso para ambos pueblos y gobiernos.
Como pienso, piensa mi pueblo, que ve deshacerse como la espuma las expectativas creadas por la llegada de un presidente negro, a la casa Blanca, que por primera vez, en muchas décadas adopta una postura coherente hacia la dictadura cubana, tratando de suavizar un poco las cosas, hasta el punto de tomar iniciativas que no fueron nunca soñadas por la cúpula que detenta el poder miserablemente en Cuba.
Que poco les importa a Fidel Castro y su títere hermano, el pueblo cubano, nunca ha estado mas cerca la posibilidad histórica de una reconciliación, que permita discutir de manera sensata un cambio para bien del pueblo cubano, sin humillaciones y sin condiciones.
Pedir un gesto de buena voluntad al insistir en el alto porcentaje de margen de usura que cobra el gobierno cubano por cada dollar recibido, pone una actitud más revolucionaria, sensata y humana en los EEUU, que la avaricia y el despojo evidente de los gobernantes indignos del pobre pueblo cubano.
Sobre la manera sucia y vulgar de manipular el canje de cinco espías confesos, por un grupo de ciudadanos que purgan cadenas descomunales de prisión, no es mas que la típica y consabida reacción desesperada y mediocre de un gobierno en franco deterioro moral y político.