El tiempo se detiene,
el espacio se estrecha,
no hay sombras ni dolor que importen,
no hay expansión del cosmos,
y en este instante la muerte...
celebra una tregua con su rival,
la vida.
El tiempo se detiene,
Nada importa en la estrechura del pensamiento,
solo importa este suspiro espontáneo,
en la espera atroz.
La existencia toda cabe aquí...
en esta pantalla del computador.
Nada existe en el paraje
desértico de la desolación,
ni la sed de amor,
ni el constante dolor
ni la pregunta eterna...
¿cómo he de morir yo?
Todo se detiene,
la hormiga aplastada
sobre el camino,
hasta el suspiro
en un espasmo eterno,
suave, contenido.
La existencia cabe aquí
en esta pantalla del computador.
cuando ...mágicamente,
de la nada, del todo...
brilla un recuadro
precedido de tu nombre oscuro,
y una imagen que me dice: soy yo.
Todo se detiene,
hasta el maullido del gato
que pasó liviano y socarrón sobre el tejado;
hasta el gañido del perro
que en las entrañas de la noche,
se hizo escalofriantemente eterno.
Todo se detiene...
mi corazón,
mi aliento,
hasta el pensamiento.
Y es que... la existencia cabe aquí
...en la pantalla lisa del computador
cuando sé que en el otro extremo...
estás tú.