A tú encuentro
Publicado en Jan 06, 2010
Es de noche y caminas por entre sus cuerpos vacios
quitas las hojas secas y las flores que salen a tú paso lo buscas entre cientos, pero un destello de la luna te guía tú corazón late cada vez más rápido y tú sangre se acelera recuerdas los dulces susurros que decía en tú oído en vida cuando tomaba tú mano y exhalaba su tibio hálito sobre ella los roces de sus pieles como muestras máximas de amor su risa jubilosa que iluminaba hasta el más sombrío día pero tú vida era perderse en la profundidad del cielo de sus ojos ahora caminas hasta él, hasta el dueño de tú corazón paso a paso te internas en el que será tú mundo al fin y al cabo estas decidida a seguir a tú compañero al lugar que sea los grillos cantan y las luciérnagas iluminan tu caminar el paisaje sigue siendo lo bastante oscuro, pero no temes ansias el encuentro hasta la última terminación nerviosa como una adicta a su droga que acude a su llamado, llegas... el lugar desierto y el lecho solo cubierto por una rosa roja la recoges y te impregnas de su olor, de su frialdad y color ves en ella la pasión que un día desbordaron sus manos en ti imaginas que está contigo piel a piel nuevamente una fría mano se posa en tú cintura y te das cuenta de que ha valido la pena aunque su tacto te hiela la sangre en tus cálidas venas, lo quieres te giras y lo abrazas, es como si el tiempo no hubiese pasado con tímidas caricias rozas sus pálidos labios en un beso lleno de amor el contacto es la mezcla perfecta de hielo y fuego unidos lentamente te acuesta sobre su lecho de mármol mientras la luna los vigila te despoja de tus encajes, sedas y cintas para dejarte como un día te vio sientes el frio de la noche del cementerio hacer trastornos en tú pálida piel fijes lentamente tus ojos en los suyos, ahora oscurecidos por el deseo y sientes que estas en clara desventaja, uno a uno lo vas desnudando te besa otra y otra vez anunciándote lo que vendrá, el fin está cerca el caminar a concluido al volver a unir tú cuerpo al suyo ahora el rompecabezas está completo, alfa y omega juntos, y te sumes con él en un lento baile que te lleva al paraíso sumidos en una perfecta sincronización de gemidos y besos compartidos no importa las flores marchitas ni una boda perfecta ya no temes al futuro si estás con él, el guardián de tus sueños el dueño de tú corazón, de tú alma, de tú vida y muerte, siendo la luna testigo oficial de su unión de pasión te unes a él como la amante perfecta encima de su tumba vida y muerte se juntos en un beso de fatídico amor en donde se encuentran los ambos en un abrazo eterno por siempre y para siempre juntos en el mismo lecho de amor.
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Héctor Restrepo Martínez