Por que ante el virus del amor, ninguno de nostros es inmune...
 
Despues de que los cielos se escurecieran para siempre, despues que de que los mares se secaran, de que las flores se marchitaran, las aves cayeran y las luces se apagaran. Algunos humanos con su espiritu desmoronado, los arapos rasgados y el corazon destrosado, caminaban tratando de sobrevivir, entre el aire venenoso y bestias salvajes de un planeta moribundo.
 
Cincuenta años han pasado desde el principio del fin, se han enfrentado a hambrunas y hasta la implacable naturaleza que no deja chance a la tregua. Pero ahora llegará el mayor desafio de todos, tan diminuto que no puede ser visto pero si sentido: un viirus. Que acabará de sucumbir a toda la humanidad al oscuro abismo.
 
***
-solo se que eres la mujer mas hermosa sobre toda la tierra- le dijo él con resplandor en sus ojos.
- Eso es por que no quedan muchas mujeres mi querido galan- respondio ella con gracia en su voz.
- No, es en serio- refutó- ni por que todo el mundo estuviese lleno de mujeres y yo fuera el unico hombre, ni por que todas me tentaran con sensuales labios, ni por que tu me rechazaras y ellas me acogieran. Yo, te seguiria amando y creyendo que ninguna otra puede igualar tu belleza. ¡Oh! , que afortunado soy al contemplar tu rostro, a escuchar tu voz y a percibir tu aroma.
- Yo tambien soy afortunada- dijo mientras le sonreia a su enamorado.
- Dime esas palabras- pidió él.
- ¿para que necesitas que lo diga?, ¿no te basta con lo mucho que te lo demuestro?
- no me dejes insatisfecho mujer, dejame oir esas palabras.
Con voz suave y cerca al oido de él, ella susurró:
- Te amo..
En ese momento, el deseo ferbiente de querer abrazarla casi provoca que el cometiera un grave error: tener contacto fisico con ella.
Sus cuerpos no tuvieron contacto por tan solo unos milimetros.
Por el jubilo de sus emociones, el tanto como ella, casi olvidan que por ninguna circunstacia deben tocarse.
 
El virus conocido popularmente como el virus del “armadillo” permite aquel que lo posee vivir normalmente sin ningun percanse. Siempre y cuando no tenga contacto fisico contra persona infectada. Si eso ocurre, a los que tuvieron contacto entre si, solo les quedaran veinticuatro horas de vida. No se sabe de donde vino ni como se formo, ni los mas importante: como se contrae el virus. Algunas menten brillantes afirman que fueron los experimentos geneticos, otros que la contaminacion, y los mas radicales religiosos que un castigo de dios por los pecados del hombre.
El virus se ha propagado por todo el mundo, y esto ha evitado que los seres humanos logren reproducirse, lo cual llevara eventualemente a toda la humanidad a la existion absoluta.
 
 
 
- Como quisiera poder tocarte, ¡no sabes cuanto lo deseo! – exclamó el.
- pero no podemos, lo sabes muy bien - respondio ella.
- ¿y si lo hicieramos?
Ella le dirigio una mirada como si el acabase de volverse loco.
- Es en serio...prefiero vivir solo un dia y poder consumar nuestro amor, antes que vivir por muchos años y no poder sentir mi piel rosando con la tuya.
Los ojos de ella resplandecieron como dos luceros ante esas palabras.
Él se acercó lentamente hacia ella, cerró los ojos. Ahora los labios de ambos se separan por tan solo un centimetro.
Estaban tan cerca que El sentia la respiración entrecortada y acelerada de ella, y ella sentia el corazón de él latir tan fuerte como el galope de un semental.
¿lo harán?, el ferbiente deseo de ambos los agobia, pero...¿entregaran sus vidas por entregarse a una pasión?
Finalmente bajo el cielo estrellado sus dos labios se unieron.
La tierra tembló, las aguas se agitaron y el cielo se expandió.
Por un momento el sentimiento de ese beso los hizo temblar. Solo existian ellos dos en medio de un jubilo tan grande como el mismo universo.
Sin darse cuenta sus cuerpos yacian desnudos bajo la luna, rindiendose ante la fuerza de una pasión.
Creyendo que no podian ser mas felices, viviendo la gloria. Ya podian morir tranquilos, despues de eso ya no habia nada mas por que vivir.
Veinticuatro horas despues  sus cuerpos intertes yacian abrazados bajo la luz de un sol moribundo que se alzaba en el horizonte.