A LA MUERTE DE DIK BROWNE
Publicado en Apr 25, 2009
A LA MUERTE DE DIK BROWNE
Nosotros, mi querido Olafo, nietos del Sol y de un pasado inmenso, unidos por la magia del humor, la inocencia y la ternura, lloramos ahora que tu padre partió cuando menos esperábamos su viaje al reino de la sombra... o de la luz. Que sus hijos de sangre continúen con idéntica bondad tus constantes y graciosos desafueros. Que sigan esparciendo como él sobre mis falsos o dudosos versos el mismo delicado polvillo de alegría. Jamás olvidaremos sus presentes ofrecidos a través de tus conquistas. Y quiera Odín que Fuso, más inspirado que todos los escaldos, poetice su partida y nuestra orfandad sin límites. Que Cuak con sus graznidos desordene la paz de los contornos mientras tú y yo, querido hermano, denegamos la tregua a los que intentan arrojar su testamento al cauce sin memoria del tenebroso río.
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GAF
Anna Feuerberg
Jorge Enrique Escobar M.
Buen poema. Veo que conservas un estilo y eso crea identidad. ¡Qué bueno!