Marinos cruces de plata (Parte I)
Publicado en Jan 07, 2010
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A destiempo comenzamos a amoldarnos, 
a distancia
aunados bajo estrellas fulgurantes, 
buscando ser constelación.
En ese viaje sin porqué y sin motivos, 
en nuestra traslación hacia el confín
de mil noches de rutas de desvelo, 
solitarios. 

Reconocernos por esas marcas, 
que a fuego vivo incrustaron
en nuestro origen compartido de dolores, 
abusos, 
aflicciones, 
y un éxtasis neurótico marcando el ritmo
desacompasado
de corazones plagados
de infinitas corazonadas. 

Febrero bajo un refugio pasajero, 
palpitando mi ansiedad, 
de otra esquina, 
otro encuentro, 
a la vera de un camino siempre de ida.
Fue tu surcar kilómetros de asfaltos, 
de espejismos cada cien milésimas,
de badenes, 
de baldíos, 
de sismos cada equis días, 
y vendavales asfixiantes, 
hacia mí.
A diluvios entre semanas, 
a mi entonces cuadrado aún perfecto, 
a diagonales en cruce
con nuestras cruces aún a cuestas, 
y el peso de la humedad latiendo
en nuestros intersticios espirituales. 

Y no nos cruzamos, 
¿vaticinios? 
A pocos segundos y metros, 
otra vez coordinar choques estáticos. 
Mascullando incoherencias para aplacar ansiedades, 
vi flores azules sobre tu frente,
resguardándote
de mi fresca garúa platense
tan amada,
tan amante,
tan otrora testigo de pudorosas desnudeces 
en palcos exhibicionistas y abalanzados. 
¿Presagios?

Y aún así me arrojé a tus brazos, 
compré risa, paraguas, 
tonada pueril resbalando por tus labios, 
suspiros entrecortados cada tres pasos, 
y hasta tu insoportable libraco de especies volátiles.
Y sin saberlo entonces, compré también, 
un puñado de palabras para herirme, 
ensanchado día a día por tus aires, 
esperando agazapado mi descuido. 


Pero entonces, 
por entonces 
todo fue
guiñar de ojos no descubierto, 
cinco centavos faltantes/
en el fondo del bolsillo
una hora más de museo abierto, 
pasajes cancelados en el último instante,
dos días más porque otras flores/
fallaron a tu encuentro, 
tomar un micro retrasado con el último aliento, 
y un mar ignoto esperando conocerte. 
Hicimos comunión a cielo abierto, 
con aire yodado pegándose a la piel. 
Aliados. 
Alianzas.


Y llegó tu camino de regreso temporario, 
te trajo una llovizna, 
te devolvió una tormenta. 
Y casi a punto de partir
labios
y un alarido sensual atravesando truenos, 
confundiendo relámpagos, 
desatándose en gotas, 
inundando calles, 
desnudando almas. 
Página 1 / 1
Foto del autor Julieta
Textos Publicados: 31
Miembro desde: Jan 07, 2010
4 Comentarios 698 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Amores que pasan y quedan

Palabras Clave: amores pasiones mar lluvia

Categoría: Poesa

Subcategoría: Romntica



Comentarios (4)add comment
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Julieta

Me leen pero no me comentan nada :( Snif
Responder
January 14, 2010
 

Julieta

Sí, es cierto lo del mar...sobre todo en esta poesía. Aunque el mar no es el actor principal.
Responder
January 07, 2010
 

Juan Sambra

Se nota que tienes una relación estrecha con el mar, me gustó mucho, ya que también me identificó.
Responder
January 07, 2010
 

Julieta

Sé que es larga, pero personalmente (y por comentarios de lectores) la recomiendo.
Responder
January 07, 2010
 

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