No importaba si la noche no tenía luna
No  necesitaba de las estrellas
Su mirada me era más que suficiente
 No existía música ni tiempo
 El único  sonido que oía, era  su voz a cada momento
No importaba si llovía o si o si dejaba de llover
Estar a su lado en esa banca lo era todo
La dicha al final de poderla conocer,
Escucharla hablar reír y cantar
Me hacían sentir  la persona más especial
Y no había penas ni lamentos, hambres, ni aburrimientos
Ni frío que pudiera interrumpir aquella velada improvisada,
No necesitaba de cosas para crear un ambiente perfecto
Con tenerla a mi lado yo ya estaba contento
Esa noche en ese parque
Esa noche en esa banca
Con un vino barato
  con un vaso de plástico
Una noche sin estrellas
Y  yo  tan cerca de ella
Que Todo  tenía sentido
Las cosas dejaron de ser extrañas
Es que con tenerla junto a mí, yo tenía todo
La chica perfecta con la que nunca me aburría
Con la que al fin el mundo yo entendía
Con la que podía ser yo mismo
La que me seguía el ritmo
Pero sin querer y sin darme cuenta
Las horas trascurrieron y la noche terminaba
Mi suplicio ya empezaba
Ella tenía que  marchase
Y la noche inolvidable
Solo en  mi mente quedó grabada.