Vivir vagando cada día en este mundo sin sentido. Debería ser cruel pero no lo fue para mi.
Se suponía que debía ser feliz, vivir en aquel mundo que existía después de la muerte...
El cielo. 
Se suponía que la puerta estaría abierta para mí y que la cruzaría con solo despegar mis enormes alas....
Pero no fue así.
~Cuando me encontraba lista para volar, algo falló.  No, algo no falló. Lo que falló fui yo. Si, yo cometí el error mas grande. Involucrarme con un mortal, justo en el momento en que por fin recupere mis alas. No fue una simple casualidad, fue lo inevitable. El destino lo quiso asi, el tiempo quiso que nos encontraramos justo en ese momento...
Debería decir que fue amor a primera vista, pero fue algo distinto. Era como si lo conociera desde siempre, era como si nos volviéramos a encontrar luego de tanto tiempo. Nos miramos fijamente a los ojos por largos segundos... cuando sentí que me empujan lejos de él. Caí exactamente sobre la acera y mis alas golpearon el suelo, esparciendo millones de plumas por todos lados. Lástima que nadie podía verlas flotar lejos de mi. Cerré los ojos esperando que salieran las traviesas lágrimas que solían venir cada vez que fallaba en alguna mision, sin embargo no salieron. Cerca de mí escuché una voz. Una calida y aterciopelada voz que quería hacerme reaccionar. Abrí los ojos, frente estaba él...con el rostro preocupado y una mirada asustada. 
-¿Qué estabas haciendo?-inquirió sacudiendome con suavidad y abrazandome- Mi ángel caído, no lo vuelvas a hacer nunca más...
Fue entonces cuando repentinas imágenes vinieron a mi mente. Recuerdos, sentimientos, emociones....Entonces me dí cuenta de que aún no estaba lista para volar. 
-No te puedo prometer que no lo haré nunca más -murmuré y lo aparté un poco de mi, sin dejar de abrazarlo- Debo volver a empezar desde cero...