Sin huevitos de pascua, ni mucho menos ramas de laurel -esas que sirvieron de bonanza para el Hijo del pueblo cristiano- me dí cita este 3 de Abril con el antro Metalkólico.
“Putrefactour of Chaos II”, nombre llamativo, ostentoso para una gira compuesta prácticamente por bandas regionales, nació como iniciativa hace un par de años. Compuesta en aquel entonces sólo por agrupaciones talquinas, la versión anterior contemplaba visitas a ciudades como Concepción.
Siendo Santiago la segunda fecha (además de Talca, Valparaíso), y la edición de un DVD que registrara la mini-gira, considero que tanto esfuerzo no se vio recompensado con el show. Un evento poco publicitado (no sé si realmente fue esa la intención), escaso público presente, inconvenientes varios, una que otra banda excedida en tiempos, y quizás, una apuesta arriesgada (en su mayoría bandas desconocidas para el público santiaguino), fueron entre otros, los tópicos que a juicio personal, impidieron que el evento se desarrollara al 100%.
Como en todo evento metalero, el retraso viene incluido. Recién faltando pocos minutos para media noche las bandas comienzan a calentar motores.
Algo así como 30 personas presenciaron la salida a escena de Zicatriza, “Thrash” Metal talquino, que con poco más de un año en las pistas, pretende arribar (en un lapso no muy lejano, espero) del anonimato en el que se encuentran muchas bandas regionales, y darse a conocer a nivel nacional.
Vestido con una polera de “Hellsing” - la serie manga que habla sobre Los Caballeros protestantes reales – el frontman tácitamente nos grita que la sangre del Mesías ya está muerta.
Distorsiones en guitarra, y una batería siempre presente - la que con un buen doble pedal se da el lujo de actuar como “solo” - actúan como base sobre la cual la banda se rige.
Un bajo que no explora más allá del 5° traste, y una voz en todos los temas similar, creo constituyen los puntos por mejorar. Sin embargo, ayudan, la intervención de segundas voces, y las variaciones melódicas en los coros.
Acostumbrados a los quiebres y guitarras prolongadas, al profesar un “Thrash” más old school y estar influenciados notoriamente por bandas norteamericanas (esas con voces rasgadas, alejadas del fraseo limpio y comercial), resulta curioso, por decir lo menos, la calidad lírica presente en los temas. Siempre destaco en las bandas la preocupación por ir más allá de la forma, y arriesgarse por demostrar un poco de neuronas, algo que se agradece.
Ambos covers, ejecutados limpiamente y sin interés de imitación por parte del vocal, captaron la mayor atención del público, pues obviamente eran temas conocidos. No obstante, destaco: “Quimera”, “Chapalapachala en Moscú” (Un tema con toques progresivos, muy loco, que sacó risas al alicaído público) y “Terror” (muy buena primera guitarra).
A eso de las 00:45 le corresponde el turno a H&H (Heaven and Hell). Mucha extrañeza causa el nombre de esta banda a aquellos que por primera vez los ven. No vemos a Ronnie James Dio, sino a Camilo Jara como frontman, quien por producción y confianza no se queda atrás. Con poco más de 6 años como banda, y superando una antigua separación, esta banda “Heavy”, se ve muy jugada y comprometida.
Con el correr de la noche la gente llegaba, al parecer acostumbrada a la impuntualidad.
Algo positivo por recalcar, es que si bien el escenario era bastante pequeño (y las bandas numerosas), no fue impedimento para que los instrumentos se opacaran entre si. Por otra parte, resalta a simple vista el protagonismo y garra que brinda en escena el vocalista.
A mi parecer, los mejores temas: “Vengance”, “Save your soul”, “World of Chaos”, “11.11” (excelentes guitarras), “Pure evil” (cover de Iced Earth) y el ya clásico “Pandemonium”.
Lo más apreciable es el trabajo del vocalista, quien canta con su propia técnica, lo que se vio demostrado en los covers. Los músicos son buenos, eso no cabe en discusión, pero considero debiesen explorar nuevos horizontes, dejar de lado esas raíces Speed Metal, tan presentes, y que a la larga son fruto común de odiosas comparaciones entre todos aquellos que se dedican a reportear.
Aun así, pese a todo tipo de comentario, han logrado formar una buena fanaticada, bastante leal para estos tiempos.
El punto negro de su presentación fue quizás lo extensa de ésta. Hay que tener presente “siempre” que estamos frente a tocatas, no a mini-recitales, considero que por respeto a las bandas posteriores y al público que va a verlas, eso debería estar claro.
Ya a las 02:40 arriban los santiaguinos Santa Sangre. Como buenos dueños de casa, me atrevería a decir, actuaron como plato principal del evento. Al salir, la mayoría de los presentes se pusieron de pie, y acercaron al plató.
La primera vez que los ví en Talca me gustaron mucho, hacen un buen “Death Doom”, guitarras limpias que se entremezclan con riffs muy metaleros, de forma muy coherente y armónica.
Se nota el profesionalismo con que se toman la música, dos discos de estudio, y video clip incluido, creo son la receta que les permite - hoy en día – ser una banda destacada (a mi juicio) dentro de la escena “Death Doom” chilena.
Cuentan con un vocalista, quién actúa además como bajista (y sonidista), muy comprometido y por sobre todo humilde, en el que resalta un gutural muy potente, el que está por sobre las voces limpias.
Debo ser sincera y reconocer que me gustan los temas más “Death Doom” que “Doom”, a secas. Son buenos creadores (musicalmente hablando), pero al escucharlos se espera que todas las composiciones tengan el mismo power.
Destaco: “Zatans blood”, “Evony touch”, “Fifth perversion” y “Black rose” (temazo!!! Con una composición de muy buen nivel).
Pese a que son reconocidos por sus buenas presentaciones, ésta no fue la mejor. Problemas técnicos presentes durante todo la tocata (no de manera exagerada eso si), los que pesaron a todas las bandas que actuaron.
Ya tardísimo, siendo las 03:05, les corresponde cerrar a Hegemonia.
Una lástima lo ocurrido con esta banda, creo haberlos visto un par de veces en sus inicios (Talca), y esperé más de ellos en esta presentación.
Salida tarde, problemas con ambas guitarras (demasiada mala suerte), público casi inexistente y las ganas ya por el suelo, dejaron entrever que muchas veces las bandas no están preparadas para atravesar malos episodios.
“Secta” creo logró levantar un poco al ya innecesario público (digo innecesario, porque pareció que más que ir a ver las bandas, iban a beber), a punta de un bajo y batería de bastante buen nivel.
El vocalista por su parte, con una parada muy “Core”, utilizaba muy bien la influencia de Devin Townsend (Strapping Young Lad, Devin Townsend band). Me quedo eso si, con la voz más Wizard (frente al gutural).
Me gusta la idea que han adaptado algunas bandas (como Katatonia, y en este caso, Hegemonia), de unir los tracks con pistas breves, o bases, las que ayudan a que no perdamos el hilo de la presentación.
Si bien el hecho de mostrar un “Death técnico” siempre es bienvenido en este universo tan poco original, creo que el exceso de quiebres y el ser “demasiado” impredecible, no siempre es bueno (algo por considerar, desde mi punto de vista).
Pese a tener que detener la presentación debido al incidente con las guitarras (ambas con la 6° cuerda cortada), salieron ya para el honor a tocar las últimas canciones.
Resumiendo, destaco: “Secta”, “Quimera macabra” y “Hongos putrefactos”.
Como ellos dicen “Este es un proyecto para toda la vida”, realmente espero que así sea; la escena Metal chilena cuenta con pocas bandas técnicas. Los malos ratos siempre ocurren, es preferible superarlos ahora, cuando como banda se encuentran en etapa de evolución.
Muchos factores influyeron (a mi parecer) en el producto “final”, lo que me dejó disconforme en cierta medida. No obstante, rescato, entre otras cosas, el interés de las bandas regionales por salir del montón y emprender vuelo por nuevos horizontes. Quizás es injusto, porque Santiago no es Chile, pero para las bandas es un mal necesario, ya que acá está la mayor concentración de público, zines, sellos, etc etc etc.