LA ASTILLA
Publicado en Jan 10, 2010
La astilla se hundió con fuerza en el dedo. No le causaba un dolor extremo, pero era molesto. Trato sacarla con una pinza de esas que usan las mujeres para las cejas, pero de nada le sirvió. Calentó agua y metió el dedo allí para que las burbujas hirvientes aflojaran la piel y así poder extraerla, sin embargo esto tampoco le funciono. Intento miles de cosas pero la astilla penetraba más adentro, germinó dentro de su piel. La pequeña herida se infecto y a los pocos días murió el muchacho por una asepsia generalizada. El forense logro sacar aquella astilla que ya era un enorme árbol y su madera sirvió para su urna.
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