Cáliz de fuego
Publicado en Jan 11, 2010
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La habitación estaba en penumbras, apenas podían distinguirse  dos camitas a juego, los bultos de un tocador y una mesita de noche. Un suave destello relucía sobre un cuadro colgado en una de las paredes. Adela encendió la pequeña lámpara de la mesita y descubrió su cama. ¡Cuántos recuerdos de la infancia acudieron a su mente con ese simple gesto!
Entre nostalgia y somnolencia Adela se sentó en la cama y abrió su pequeño portátil. Su trabajo nocturno la obliga a dormir de día pero, por muy cansada que se encuentre, nada le roba ese ratito con la net. Momento que aprovecha para desconectar de su mundo real y adentrarse en un mundo en el que puede volar libre, pues no hay cadenas que la amarren a su cotidianeidad.
Como cada día, lo primero que hizo fue revisar su correo, siempre encuentra algún mensaje que le alegra el día. Cuando, de pronto, alguien le habló desde la net. Un enfático “holaaaaaaaaaa” le trajo la imagen de su buen amigo Víctor. Hace unos meses que se conocieron en el chat y desde el primer instante pudo percibirse buena química entre ellos. Poco a poco, habían ido descubriendo detalles y cosas de ambos y ahora, hablaban de todo o incluso de nada pero para Adela, siempre era gratificante conversar con él .
Hoy se sentía algo triste y muy sola dentro de su bullicioso mundo y Víctor, sensible a sus estados de ánimo, lo notó enseguida. Adela le fue descubriendo los secretos de su alma y lentamente, sin apenas darse cuenta, fueron empapándose en su intimidad. Víctor era capaz de despertar cada fibra de Adela, era como si estuviera ahí con ella, aportándole calor, seguridad y la hombría de la que hacía mucho tiempo estaba privada.
Adela se dejó llevar por ese momento y ese hombre, cerró los ojos y pudo sentir las manos de él en su cuerpo. Su respiración, se tornaba más espesa y costosa con cada caricia recibida. Su piel, ardiente en deseos, suplicaba más caricias, más calor, más entrega. Su cuerpo se iba consumiendo en el fuego a la vez que su alma ascendía el vuelo hacia la libertad más infinita y sus labios, quedaban atrapados en los de él, mientras con sus manos le guiaba por los lugares más recónditos de su ser.
De su cuerpo brotaba la necesidad cual agua de manantial y los gemidos se escapaban de su boca mientras sus caderas se erguían intentando acoplarse a las de él. El crujido de la cama sobre la que yacían quedaba mudo ante la explosión de sentidos que se daba lugar en ella.
Adela temblaba, temblaba de pasión, de ansia, de miedo. Jamás había sentido tanto placer y tanta necesidad como en ese momento. Sentía que perdía la cabeza pero, no quería pensar, no quería razonar, no quería volver a la realidad… Aun no. Víctor pareció darse cuenta de ello y se tornó más insaciable, más exigente, más entregado. No permitiría que existiera pensamiento,  ni tiempo, ni espacio que se interpusiera entre los dos… Aun no.
Eran dos cuerpos latiendo en un alma que se devora a sí misma, dos seres que se unían en un mismo cuerpo que, con sutil vuelo de colibrí despertaba el volcán de fuego que habita bajo el hielo en un éxtasis sin principio ni fin.
Entonces, Víctor tomó la boca de Adela mientras con su espada atravesaba la majestuosidad de su imperio, llenando su copa vacía de cáliz de fuego con perfección mientras Adela sentía que todo alrededor se desvanecía y se proclamaba reina de un mundo de magia y fantasía.
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Foto del autor milana
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Miembro desde: Jan 04, 2010
1 Comentarios 607 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Palabras Clave: Relato sensual

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (1)add comment
menos espacio | mas espacio

alma

AMIGA MILANA CUANNNNNNNNNNTO SENTIMIENTO, ME ENCANTO ES TU ESTILO MARABILLOZA, MIS ESTRELLAS Y AMISTAD...ALMA.BESOTEEEEEEEEE.
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January 18, 2010
 

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