Blanco manto que cubres mi Roqueta
helado suspiro engarzado a mi alma
hoy acudo a ti en busca de fados
de pensamientos rotos, de labios sellados.
Quizá puedas tú entender este lamento, oír mi llanto
tal vez, en tu fría pureza logres encontrar la calidez de mi alma
quizá comprendas este grito que nace en mis silencios
tal vez, en tu soberbia, quieras compadecerte de esta isleña.
Blanca nieve que cubres mi hermosa Tramontana
¿sabes tú por qué mi sentir no puede transformase en palabra,
por qué lo que siempre me acompañó de mi se aleja,
por qué mis pensamientos se desvincularon de las letras?
Quizá el enlace con mi pluma fue burdo sueño
tal vez expiró mi tiempo de poeta
quizá mi alma se cansó de sentir, mi corazón de lamentar
tal vez no es necesario morir para deambular en un féretro.
Blanco mantecado que llenas mi vista y mi corazón
amargo bocado de lágrimas y decepción
tan jugoso por fuera que alimentas mi ilusión
tan acibarado por dentro que me llevas a la crucifixión.
Quizá es mejor callar si no hay nada hermoso que contar
tal vez hay preguntas que permanecerán en eterna espera
quizá es mejor olvidar el sentir, morir para poder vivir
tal vez, sólo tal vez, jamás hubo principio para este fin.
Niza Moreno
Saludos : Vero
Alfonso Z P
Bonito el poema, pero lo percibo triste, melancólico, como si la nieve hubiera calado
en tu corazón. Pones mucho sentimiento, te felicito.
Saludos desde Venezuela: Alfonso