Autor: MIRNA LOPEZ BAEZ

Nuestras pieles desnudas, la una al lado de la otra
En quietud, sin morbo, ni caricias
sólo la muda conversación de pieles
reconociéndose una delante de la otra.
Nuestros seres palpitantes y deseosos
Pacientes esperando su momento.
Tu piel morena pegada a mi palidez que se enrojece de deseo
Y en un mudo grito dice que la tomes,
más cada poro transpira néctar de pasión,
mientras siento el temblor de tu carne por mi.
Nuestros cuerpos pegados el uno al otro
sin caricias ni palabras
tu ser erguido destilando elixir de deseo,
mojando mi piel y en ello un grito desesperado
de que no puede más. Mientras mis montañas
se erectan y rozan tu pecho
diciéndote que el momento se aproxima.
Silencio en la habitación y una brisa refrescante
acaricia nuestros cuerpos
que en la hoguera del deseo se van a consumir
contracciones en mi vientre llaman a tu ser,
y mi fuente deja correr un manantial de ambrosía
que ha de ser el manjar de tu ser.
Sin apuros nuestros cuerpos se acomodan
Y al compás de los violines un vals han de baila.
Nuestros gemidos son las voces que en el mudo baile se oyen
Mientras los flujos y sudores dan razón de tal función.
Agitados como aleteos de colibríes
sin más razón que la pasión
y el deseo que los envuelve
se agitan cada vez más. Nuestros jugos se mezclan
y forman un universo de pasión, de deseo y satisfacción
para luego quedar juntas
en la quietud del inicio.
©NAMIR