Accidente en la peatonal
Publicado en Jan 12, 2010
Para mi suerte, no sufro el calor agobiante, en estos días del verano. En mi negocio, ubicado en la peatonal de la ciudad, cuento con una climatización ideal, que hace posible el trabajo aún con las altas temperaturas registradas. Vendo productos naturales, dietéticos y regionales. Muchísimos turistas pasan por aquí. Aunque tengo una empleada, hay momentos en que la demanda nos supera. En uno de esos días, un fuerte impacto sobre una de las vidrieras, interrumpió la tarea. Alguien se desplomó frente al negocio y dio violentamente con su cabeza sobre el vidrio templado. Era una señora mayor. Llamé inmediatamente a un servicio de emergencia, habilitado para estas circunstancias. Un médico y un enfermero trataron de reanimarla y finalmente la portaron en una camilla hasta la ambulancia. Los clientes hacían toda clase de comentarios, mientras hacían sus pedidos.
Dos semanas más tarde, una mujer se presentó al negocio, indagando si aquí se había producido el accidente que le costó la vida a su madre. Dio más detalles y no cabía dudas de que se refería al impacto con la vidriera. Le di mis condolencias, relatando lo poco que sabía. Me miró a los ojos y preguntó si habíamos encontrado su monedero ó alguna de las otras pertenencias que llevaba consigo la víctima. - Mi madre, dijo, volvía de cobrar su jubilación y una retroactividad que le adeudaban. Era una suma importante. El calor y el cansancio le provocaron un malestar que derivó en un paro cardíaco y en su deceso posterior. Lamentablemente no le pudimos dar ninguna satisfacción. Después de su partida, todos comentaron dando su opinión sobre el destino del dinero. ¿Quién podía ser tan desalmado de aprovecharse de la indefensión de una persona para despojarla de sus bienes? Un viejo cliente de la casa, habló – “Hay de todo en la viña del Señor, he visto despojar a los agonizantes, sus ropas y su calzado no sólo en tiempo de guerra. En un accidente en ruta, esos seres despreciables, se acercaron a las víctimas que clamaban por auxilio, y les quitaron relojes, billeteras y celulares. Después huyeron sin prestarles ninguna atención Así murieron mi esposa, mi hijo y mi nuera. Me arrastré cincuenta metros en busca de ayuda, con una pierna rota, no pude llegar a tiempo para conseguir que nos ayudaran.” Conmovida, le entregué su pedido y su cambio. El silencio, que se prolongó después de su partida, hizo que el eco de sus palabras quedara flotando en el aire.
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haydee
Una situación muy triste y difícil de revertir.
SALUDOS!
haydee
Me lo contó una amiga que sí es la protagonista, no la occisa, la dueña del negocio, muy perturbada por este acontecimiento que la rozó tan de cerca.
SALUDOS!
Hoz Leudnadez
tu trabajo siempre es genial....seguire leyendote....besos y estrellas
Alfonso Z P
Sabes por qué?, aquí en mi tierra, eso es el pan nuestro de cada día, peor aún, hay
bandas "especializadas" en causar accidentes para después asaltar, robar y hasta
matar a las personas.
Suerte tiene ese viejo cliente de vivir por esos lares, aquí, seguro no hubiera podido
contar su historia.
Como todos tus trabajos, amenos e interesantes, reales o ficticios, siempre hay
alguien que se coma el cuento.
Y al pobre señor, a pesar de su tragedia, ni un descuentico le hicieron. Así es la vida.
Abrazos querida amiga: Alfonso