Hidalgo, de condicin
Publicado en Jan 14, 2010
Era tan pobre, tan pobre, la sola vez que comía,
si es que al gato del vecino, le sobraba una sardina. Se abalanzaba, sobre ella, con tanto afán y premura que una vez, por apurado, se rompió la dentadura. En toda su larga vida, nunca, jamás trabajó. Se pasaba el día entero con sus huesitos al sol. En los días del invierno, hibernaba en la prisión, que para su buena estrella, tenía calefacción. Procuraba estar lo justo, hasta que vuelva el calor, para seguir nuevamente con su rutina anterior. Pobre pero respetuoso, nunca a nadie le faltó Ni pedía ni robaba. El gato le permitió, comer lo que a él le sobraba, pero nunca se lo hurtó. Un buen día, el pobre- pobre, una maleta encontró Y se pasó la mañana, en busca del perdedor. También durante la tarde. Al fin, el juez decidió que la abrieran, para ver, que guardaba en su interior. Se reunieron los vecinos. Entre ellos, apostaban, lo que podían hallar, a todos interesaba. Para general sorpresa, en hileras, apretadas, gruesos fajos de billetes, verdes, desde donde los miraban, los ojos de Benjamín, con párpados a media hasta. El juez, con gesto severo, ordenó que lo escoltaran, para guardar el tesoro, hasta que al dueño, encontraran. Aseguró al pobre-pobre, que a él le correspondía, por ley, un buen porcentaje, y la ley se cumpliría. Los vecinos, empezaron a mimarlo y consentirlo, Lo invitaban a comer, Lo trataban con cariño También hubo algún intento de sacarlo de soltero. Más cuando el tiempo corría y nadie se presentaba a reclamar la fortuna, que en el banco dormitaba, el juez dispuso un buen día, la entrega de ese dinero, al pobre que lo encontró, por honrado y por sincero. Dedujo una escasa suma, por “gastos de papeleo”. Eso es lo que dijo el juez, entre nos, yo no lo creo. Como nunca lo contaron, no hubo forma de saberlo. En sencilla ceremonia, al ex pobre, se entregó, la maleta, más liviana, que el día que la encontró. El de eso, no dijo, nada, ni siquiera lo insinuó Se compró una guitarrita, al restó, lo repartió, entre los buenos vecinos. El con nada se quedó. Ahí anda el pobre- pobre con guitarra a pleno sol. Apenas llegue el invierno, se guardará en la prisión.
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Filiberto Oliveros
con versos largos con rima y otros con rima no. Con bastantes ingredientes, con gato, sardina, maleta, juez y otras cositas que vas desgranando en ese cuento bien bonito. Al final la guitarrita, quizás para presumir, ni cantó ni acompañó una canción, a lo mejor lo hace encanado en la prisión. Te he dejado varios mensajes, uno con Hoz, otro con Richad y otros ya ni lo recuerdo, mis neuronas pobrecitras, ya están un poco agotadas; pero tu la muy hidalga, no has respondido ni uno.
En consecuencia el cargo de protector está disponible para el mejor postor. Pese a todo te envío abrazos y mis cordiales saludos. Postdata: Publiqué un texto sobre Haiti, con tónica diferente, con mi estilo y con mis vuelos.
solimar
Richard Albacete
haydee
Muchas Gracias!
haydee
El pobre no sabría qué hacer con tanto dinero. Acostumbrado a vivir en la calle, iba a ser un riesgo andar con los bolsillos cargados, Te parece? con tanto vivo que anda suelto.....
Como ves, tengo respuesta para todo.
Un Abrazo,
jorge andres franco arias
Alfonso Z P
pobre", me recuerda un amigo mío que "era tan pequeño, pero tan pequeño, que se
sentaba en el suelo y le quedaban los pies colgando".
Te felicito por ese buen sentido del humor y la forma maravillosa como lo expresas,
siempre es refrescante retratar una sonrisa frente a la pantalla y lo has logrado, no
sólo en mi, sino de todos los que te lean, estoy casi seguro.
Como casi siempre discrepamos y esta vez no puede ser la excepción, tu lo llamas
hidalgo, yo lo llamaría medio pendejo, a lo Cabral, a quien se le ocurre repartir todo
para después quedarse en la peladera.
Abrazos querida amiga, pero sin esta hidalguía de condición: Alfonso