Ven, pasa
entra en mí.
Introduce en mi pélvis tu cintura de niebla.
Cohabitarémos juntos
al pie de mi alma.
Ven, ven: moja mi frente.
Entra en mí con pasos anhelados.
Detona en mí y en mí detente.
Espárcete muy dentro de mi cuerpo
Dame de beber granizo de tus labios
y el calor de tu aliento refrescante:
Tu hálito infunde en mí
sentido y sensación de vida.