La noche cambio por completo,
la luz de la luna se hizo más frágil
y las estrellas de súbito y repentinamente
desaparecieron del azogado cielo,
los ululares de las lechuzas terminaron,
los violines mágicos de los grillos
finiquitaron su concierto
y el silencio se hizo tan perceptible
que a todos, hasta al mismo Diablo le dio miedo.
Ahora solo yo en el bosque,
llamando a la manada rompí con todo
y mi aullido lastimero
revivió a la amante luna que tanto quiero,
le conte mi pesar y mi destierro,
del hambre que llevaba,
y lo feo de mi sueños...
La noche se lleno de antaños recuerdos,
parecia que el cielo fuera de añejos fieltros,
la luna se escondio con su velo de nubarrones
que parecian un gris velo,
como una angustiada viuda lloró
y las gotas de su llanto
arroparon el cuerpo muerto
del amante lobo viejo.