Hermoso día el que en la vieja Irlanda Scarlett podía admirar desde la ventana de su gran castillo el valle dominante iluminado por los primeros rayos de sol adquiría su tonalidad verde amarillo, no había visto día así en su estancia en la tierra de su Padre, siempre lluvioso o nublado pero este día parecía ser especial a tal grado que su corazón vibro ante la incitación del campo a cabalgar en su potente yegua. Scarlett se puso rápido sus ropas de montar y bajo las escaleras, como una pequeña niña la mañana de navidad corre al árbol de navidad, paso de largo el comedor apezar de que el aroma del café caliente y la leña impregnaba ya el hogar, se acerco a su caballeriza donde pareciera que su yegua había sentido el sentir de su señora ya que esta parecía impaciente por salir de su cuadra y remontar el vuelo corriendo por el gran valle.

Oh que hermoso sentir el viento en mi rostro mientras mis cabellos vuelan libres tan libres como quiero ser - pensaba Scarlett mientras cabalgaba en su verde pradera, el sol con su portentosa luz daba un calor agradable que ella disfrutaba enormemente, la sensación de vida y juventud recorrió cada uno de sus poros incitándole el deseo de seguir cabalgando hasta la colina de Tara, el viento la llamaba desde ahí con su fuerte voz y el corazón de Scarlett quería responderle y hacia ese lugar se dirigía. Con que rapidez la joven amazona Irlandesa cabalaba por los campos brincando cerca tras cerca y en cada una de ellas el recuerdo de su padre y su difunta hija le acompañaban y en el recuerdo de su hija una sombra apareció en su recuerdo el de un Hombre que sin pedirlo ella llego a su vida para dejar una parte de el un hombre al que no podía aceptar que lo amaba o extrañaba, pero oh como recordaba ella los abrazos que el le brindaba haciéndola sentir como una pequeña niña protegida del mundo y que la veía con esos ojos llenos de amor pero no, no podía pensar en el, lo tenia prohibido para su corazón devia seguir como hasta ahora adelante por si misma sin su ayuda, después de todo su vida iba perfectamente a excepción de esos momentos de flaqueza en que su corazón le recordaba a ese hombre de nombre Rhett.

Perdida en sus pensamientos no se percato que alguien parecía cabalgar a su lado ala distancia solo el trote de los caballos sobre el pasto se escuchaba junto con el viento fresco de la mañana que a estos dos jinetes acompañaba, la razón de uno de ellos para ello la conocemos, pero la de el otro extraño es completamente desconocida para nosotros pero así es el destino travieso, sin razón alguna cruza en sus caminos a dos personas que se buscan y al mismo tiempo se rehuyen temerosos el uno del otro y de el sentimiento que en su ser se anida.

Scarlett perdida en las sensaciones nacientes en su ser ante la calidez del día y la emoción del cabalgar libre por los campos siguió sin percatarse de ese otro jinete, continuo su camino hasta la colina que a lo lejos divisaba la cual sabia ella prometía una hermosa vista de los valles Irlandeses. Rodeo la colina buscando el mejor punto aquel que le llamaba para poder admirar sus tierras con la magnificencia que solo ellas podían brindarle, al fin ubico el lugar perfecto y por gracias de la naturaleza sobre la colina como conociendo sus deseos se encontraba una gran piedra porosa que se levantaba aun mas sobre la colina y sobre la cual Scarlett con agilidad felina remonto, sentía en su ser como la pequeña Scarlett anidada en su corazón parecía salir ante cada paso que dava, si, se podría decir que la mujer en este momento le dava paso a la pequeña niña que se maravilla ante las bellezas que la vida le brindaba.

Al fin al estar en la cima de todo ese mundo se dispuso a admirar lo que con tantas ansias buscaba y de igual manera disfrutarlo con el viento aun acariciándole y haciendo su cabello volar, pero este viento aun parecía susurrarle algo, pero ella parecía no escuchar, solo deseaba mirar y disfrutar quería olvidarse de las noticias llegadas tiempo atrás sobre Rhett y su nueva relación en América, cuanto momentos a solas aprovecho para despreciar su proceder como osaba el hacerle eso a ella la mujer que le había dado una hija, la mujer con la que se había casado pero de la misma manera que todos eso vino a ella también llego la cordura y la serenidad en sueños donde le veía acudiendo a ella y dándole palabras de alivio y gracias a este sueño fue que sin saber por que sus manos tomaron hoja y papel para impregnar en tinta todo lo que en su corazón había pensó poco y sintió mucho, pero su condición de mujer reacia evito que sus lagrimas mancharan el papel, no debía El de ver que lloraba, termino sus lineas y quedo mirándolas satisfecha de que en ellas quedaba su sentir. Pero de la misma manera que la ansiedad llego por escribir se fue el deseo de hacérselo saber pero ya estaba hecho tenia que mandarlo no podía dudar.

Perdida en sus pensamientos y sensaciones seguía Scarlett sin percatarse que ahora el extraño la miraba desde la base de la piedra solo en silencio hasta que decidió acabar con esa tranquilidad solo conocida ante la total ausencia de la sociedad en la naturaleza.

-Me Parece Sra. O´Hara que el sol de hoy la hace ver mas hermosa que de costumbre-

estas palabras la sacaron de su ensimismamiento, esa voz tan confiada y segura de si misma le era tan conocida y su forma de llamarla le era aun más pero como podía ser ello posible, acaso no se encontraba El al otro lado del mar en las américas. Tratando de no demostrar sorpresa o sentimiento alguno se dio la vuelta y miro hacia abajo, ahí se encontraba Rhett como siempre impecablemente bien vestido con su sombrero ladeado hacia su derecha y una amplia sonrisa de la que pareciese que jamas se separaba. Bajo ella hasta tenerlo frente a ella.

-Me parece Rhett que estas muy lejos de donde perteneces- dijo esto con una sonrisa sarcástica y un toque de reproche en su voz.
-Mi querida Scarlett lo mas lejos que me he encontrado de mi lugar a sido estar en las Américas, creo que ahora estoy mas cerca-
ella intento no demostrar ese atisbo de felicidad que sentía al escuchar ello saliendo de los labios del hombre en el que había estado pensando y ahora sin razón aparente estaba ahí junto a ella, así los dos juntos uno frente al otro decidieron caminar por el valle que se les presentaba cada uno tomando de las riendas a su caballos hasta que él saco de el bolsillo de su saco un pedazo de hoja que ella reconoció como suyo.
-creo Sra. O´Hara que esto es suyo, vaya sorpresa la mía al recibir esta carta créame que nunca espere llegar a saber de usted y mucho menos esperaba estas palabras de usted-
-bueno Rhett eso es solo lo que sentía después de todo por un momento me comporte como una niña al saberte en brazos de otra-
-vaya querida Scarlett pareciera que estas celosa, en verdad es gracioso pensar que puedes llegar a sentir eso por este hombre, pero debo admitir que me ha hecho muy feliz el saber que aunque sea un poco me piensas, después de todo amada mía yo te extraño también en las américas-
Scarlett se detuvo en ese momento y bajo la mirada, su semblante cambio ya no parecía la mujer recia y dura que siempre se mostraba a Rhett ahora parecía mas una pequeña niña dispuesta a declarar un pequeño secreto que le costaba mucho decir, tomo fuerzas de donde solo ella sabia donde y tomo de la mano a Rhett y mirándolo a los ojos, con los suyos demostrando una ternura y amor que ni él mismo había visto en los de ella.
-Oh Rhett, Rhett no seas así conmigo sabes que también te amo pero cuantas cosas he hecho de cuanto me he valido para llegar a donde estoy, ahora no me creo suficientemente buena para ti querido, claro que te pienso es imposible no hacerlo cuando has grabado con cincel tu ser en mi-
-Por Dios Scarlett que felicidad el escucharte decir eso, se que en tu orgullo te es difícil decir estas palabras no puedo imaginar lo que en tu corazón y ser sucede para que la pequeña Scarlett tuviera la fuerza para escalar tu muro y hacerme saber todo eso, pero se que no me dices eso con la finalidad de volver a estar juntos, ni siquiera yo estoy aquí parado frente a ti para ello apesar del amor que siento por ti-
-Querido muchas veces eh querido correr a tus brazos que me tomes en ellos y con tus manos acaricies mis cabellos y en tus ojos llenos de amor sentir que el mundo es un lugar mejor a tu lado, sentir como tu amor me brinda ese calor que solo tu sabes darme, pero también he sentido como el tiempo no es el correcto me miro y veo que aun no soy lo que debería para estar contigo aun me falta madurar-
-y tu sentir no es desconocido para mi, de igual manera siento que aun no podemos volver a ser uno como lo eramos antes, igual quise venir a buscarte querida pero se que en tu gran orgullo eso querías, y sabes bien que yo jamas te he dicho o hecho cosas que quieres si no lo que tienes que saber, y en el al tenerme frente a ti hubiese sido totalmente diferente a este momento, me hubieras tratado fríamente y indiferentemente-
-odio como puedes llegar a conocerme tan bien Rhett - dijo ella con una pequeña sonrisa en sus labios y con un tono suave de reproche.
-que niña tan tonta el pensarse poco para mi o que con sus errores pueda yo despreciarla si yo te quiero así como eres Scarlett así me enamore de ti, así me case contigo y así pienso vivir contigo, pero ahora no parece un buen momento para iniciar, sigamos caminando querida recordando nuestros viajes pasados, hablemos de lo que la vida nos a quitado y traído en estos tiempos-

Así los dos enamorados caminaron uno al lado del otro comentando como antaño las cosas de la vida, quien los viera pensaría que la distancia nunca a existido entre ellos que siempre han estado acompañándose día y noche, la felicidad que emanaban en sus platicas parecía contagiar el paisaje y el camino que andaban. El sol ya estaba en su cenit cuando Rhett y Scarlett llegaban caminando alas puertas del gran castillo el cual auguraba el final de su reunión y así como las sombras comenzaban a reinan en Irlanda así empezaban a crecer dentro del corazón de ellos dos mas sin embargo en su condición de personas fuertes y confiadas en lo que habían dicho siguieron sonriendo y disfrutando de sus últimos momentos juntos.

-muy bien Sra O´Hara parece que este es el final de otro encuentro entre nosotros usted tiene que entrar a su casa y prepararse para nuevos días por venir y yo debo volver a las Américas ala vida que llevo lejos de usted- y dicho esto la tomo en sus brazos con una emoción apenas difícil de contener por el gran amor que sentía por ella y ella como una pequeña niña se dejo fundir en ese abrazo. Con lentitud Rhett se separo de ella mientras tomaba entre sus manos la menuda mano enguantada de Scarlett e inclinándose la beso suave y lentamente y con un ademan de su mano levanto su sombrero en señal de despido y dio media vuelta listo para marcharse de ahí, pero algo le detuvo tomándolo de la mano haciéndolo voltear mirando de nuevo a Scarlett como esa mañana como una pequeña niña que abria su corazón.
-Rhett dime porfavor que soy tu única Scarlett que a nadie mas le has dado eso que solo a mi- la mirada de ella se veía tan cargada de sentimiento que pareciera que estuviera apunto de quebrarse a llorar. El poso su manos sobre el rostro de ella y con una voz que de igual manera denotaba el enorme amor que sentía por ella en suave voz le contesto -Querida Scarlett como tu ninguna a nadie jamas le he dado lo que a ti, solo tu estas en mis sueños- y dicho esto se volvió y camino dirigiéndose lejos de ese lugar seguro que algún día volvería.

Scarlett lo miro alejarse a cada paso dado no quiso perderlo de vista hasta que la misma naturaleza se lo impidiera y viéndolo partir sus labios soltaron un Te amo en un susurro que el viento se llevo lejos donde nadie mas lo escuchara como un testigo mudo pareciera que hasta el mismo sabia que esas palabras aun eran muy prontas para ser escuchadas por Rhett.