...el principe tomo su camino atraves del parque con las manos entrelasadas en su nuca, mientras veia el cielo, remembrando el pasado, los momentos con su familia, su vida en el castillo. Todo estos pensamientos lo fueron alejando de la realidad, perdio la sensacion del entorno, hasta que sin previo aviso choco con algo o alguien, obligandose a arquearse por el golpe al momento de enderesarse aspiro un aroma que lo dejo perplejo, reconocio claramente el aroma de los campos abiertos de tierras lejanas, el aroma de las lilis y la juventud de las orquideas, sintio el aroma fresco del viento del norte, mientras sentia todos y cada uno de estos aromas inconcientemente sus ojos empesaron a buscar a alguien entre la multitud en el parque, no sabia que buscaba pero sabia que en cuanta sus ojos se posaran en ellos, lo sabria, mientras tanto el aroma se habia disipado pero aun lo mantenia en su memoria y lo repasaba una y otra vez intentando descubrir por que ese aroma lo habia impactado tanto y poco a poco se fue acordando y una puerta, en su corazon, oxidada por años sin abrirse y enmohesida, rechino en sus goznes con un ruido tan fuerte que el eco retumbo en lo mas profundo de su ser. dejando salir una luz que lo ilumino todo y dejaba ver una silueta, una que reconocio de siglos atras, era la mujer por la cual estaba vivo, la acababa de encontrar y vuelto a perder.

Apartir de ese dia se levanto temprano, bañaba y desayunaba, se ponia su mejor ropa y se perfumaba para dirijirse a una cita aun no concertada en el parque con la mujer ausente durante tantos siglos, todos los dias durante 3 meses fue la misma monotonia para el, aunque para unos resulte cansado o aburrido, para el cada dia era como el primero. Su amor que llevaba siglos esperando por el encuentro lo desvordaba de deseo de verla de nuevo y poder hablarle y aspirar el aroma de la añoranza una vez mas