Indiferencia divina?
Publicado en Jan 18, 2010
Ante la mirada atónita de todos vimos como el mar en un arranque de furia o tal vez en una fuerte lección para demostrarnos quien manda acabo con la vida de miles de seres humanos... en ese instante yo y quizás muchos se preguntaron, Dios porque lo permitiste?
Cuando la furia de un volcán sepulto bajos toneladas de barro y cenizas cientos de vidas, volví a preguntarme... Dios donde estas? Cuando la tierra bajo los pies de esos miles de haitianos se estremeció hasta que convirtió su ciudad en un cementerio de escombros... yo me pregunte nuevamente, por qué? Una y otra vez ante lo que yo siempre había llamado injusticias de la naturaleza, indiferencia de Dios; cada vez que un grupo de inocentes morían de forma indiscriminada, niños que apenas abrían sus ojos a este mundo, mujeres que en sus vientres llevaban una nueva vida, hombre trabajadores que solo buscaban el sustento de sus familias, mi corazón desconsolado solo podía hacerse la misma pregunta. Pero al pasar de los días cuando en el llanto de una bebe sepultada bajo los escombros y luego de tres días sin alimentos ni agua, logra ser rescatada por voluntarios, cuando podemos ver a miles de personas que en un acto desinteresado y generoso llevan sus donativos para nuestros hermanos en desgracia, cambia mi forma de ver el mundo, entonces comprendo, que es Dios mismo quien nos da la respuesta y nos dice que siempre hay esperanza... que la Fe mueve montañas. Pero al tiempo nos permite comprender que no somos sus títeres, que no controla nuestras acciones y que la tierra o el universo en el que vivimos no es su campo de juegos... La pregunta cambia, porque pasa lo que pasa?, y parece nunca tener respuesta, porque nos resulta doloroso el análisis. Tenemos libre albedrio, somos los arquitectos de nuestro destino, nuestras decisiones siempre afectaran nuestro futuro; Cuando ignoramos las advertencias de nuestros hermanos, de la naturaleza misma, entonces nos volvemos responsables de lo que vendrá. Cuando por conveniencia mezquina y avara tomamos la terrible decisión de romper el equilibrio con el entorno natural... entonces nos vemos enfrentados a pagar el altísimo costo. Cuando permitimos que personas inescrupulosas nos gobiernen, también nos convertimos en culpables, pues nuestra indiferencia nos convierte en cómplices. El final aun no está escrito y podemos cambiar nuestra historia, podemos paso a paso construir en vez de destruir, sembrar en lugar de talar, ahorra en lugar de despilfarrar, controlar nuestros tontos impulsos de estúpida vanidad, preservar, preservar... esa debe ser nuestra consigna, reconciliarnos con el entorno natural... pero sobre todo amar lo que nos rodea, porque algún dia tal vez nos estará.
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Delfy
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Delfy
Delfy
Delfy
inocencio rex
muy buen texto.
saludos
Filiberto Oliveros
alma
Delfy
pero mi bueno amigo ya eso paso.
Delfy