Antonio, manejas bien el diálogo de la prostituta consigo misma. Sin embargo, dos cosas sobre el tema.
Por lo general, las prostitutas no besan a sus clientes, y menos a un extraño. Entran en la habitación, se montan en la cama con el sexo al aire o preguntan lo que prefiere el cliente, trabajan, cobran y chao.
Posiblemente las prostitutas que no les importe serlo son jóvenes rebeldes, que desafían a la sociedad, que se van adolescentes de sus casas y prostituirse es más fácil que otras cosas, las prostitutas de lujo que cobran bien caro y tienen cierta clientela fija de alto nivel, mujeres que quieren ahorrar para hacerse un futuro mejor. Ahora, ¿una mujer con 10 ó 15 años de prostitución encima, gastada, hajada, harta, expuesta a cualquier tipo, a enfermedades, hombres degenerados o violentos, dejandose montar por cualquiera que aparezca en la calle, con chulos que les quitan buena parte de la ganancia? Dudo que ellas se sientan a gusto siendo prostituta. Pienso que cualquier persona tiene un mínimo de amor a sí mismo y de dignidad.
¿Qué opinas?
Un abrazo,
Miel

duele aceptar la realidad a veces.

buen texto amigo, abrazo

Antonio:Buen trabajo,me sorprendio màs la aceptaciòn de si misma,tan peculiar mira que es complicado observer la realidad, a pesar de que es corto discribes muchas imagenes y los tiempos son agradable al igual que el momento.Estrellas.Saludos.Abrazo.
Edgar

hay una de las prosas que me encanta y suelo hacer como un desafio, y son los microrrelatos, y este es fabuloso, te felicito amigo, me dio ganitas (jejejej) de hacer un microrrelato...

me gusto.

Amigo, no conocía tu forma de escribir y me encanta. Me parece que encierras la esencia del personaje en palabras clave sin extenderse demasiado podemos llevar la imaginación a todos los rincones de su vida. Además queda a la mente un tinte etéreo de reflexión. Saludos.