Un Instante en el Paraso
Publicado en Jan 21, 2010
Gracias por todo lo que me diste:
Tu compañía y tu calidez... valiosas, muy valiosas para mi... Llegaste caído del cielo, cuando sólo saboreaba lágrimas saladas por el desamor, la mentira y la soledad... Estaba a punto del abismo y sentí tu abrazo que me salvó la vida en ese momento... Eso jamás lo olvidaré y siempre te lo agradeceré desde mi alma... Gracias por tu espontaneidad y tu cariño... Por tanto cariño que espantó mi desesperanza y me hizo sonreír luego del cansancio y de los golpes que la vida se empeñó en darme todos juntos... Fuiste como aire fresco luego de la tormenta... Muchos días, muchas palabras de aliento, de amistad, de amor, de cariño desbordado y puro... Hermosas palabras que me hicieron soñar y abrazar la vida y sentirme muy bien. ¡No sabes lo que hiciste conmigo!... ¡No tienes idea de cuánto soñé de atrevida y disparatada y loca...! Tengo ese terrible defecto o virtud... Eso, de soñar imposibles... Todo lo bonito que me decías lo guardaré como un tesoro en mi corazón. Quizás ya te diste cuenta de que este escrito tiene sabor de despedida... Tiene el color no muy brillante de un gracias por todo, pero me tengo que ir de tu lado porque no puedo seguir aquí... Me retiro feliz de haber conocido una parte de tu corazoncito, corazoncito no, por lo pequeño, porque no me queda duda de su inmensidad, sino por lo bonito y especial que es para mi... Mi cariño y mi amor por ti me confunden... y ante la confusión, prefiero cambiar de canal ¡Gracias, mi rey! Gracias por ser tan bonito conmigo... Nunca te voy a olvidar, seguirás presente en mis oraciones y en un lugar hermoso de mi corazón. Quizás adolezco de amor y de ternura y por eso me sentaron tan bien tus palabras dulces y amorosas... Debo aprender aún más... ¡Falta tanto por aprender! Una sola vida no alcanza... Aunque me enseñaste mucho sin saberlo... Te dejo el abrazo más fuerte que a nadie nunca le di y me llevo el recuerdo de unos ojitos hermosos que siempre me miraron de modo muy especial y que me quedé con ganas de verlos brillar otra vez... pero sé que brillan... Si seguía por ese camino me podía enamorar de ti... por eso cambio de canal que no es lo mismo que huir, aunque puede parecérsele mucho... Es que así es como soy: desbocada... ¡Soy tan etérea! ¡Viajo tanto...! Vivo en el aire aunque no tenga alas... ¡Qué cosas! Muero de sed y hay un lago cristalino en tus ojos. Muero de hambre y hay un manjar en tus labios... No sé expresarme de otra manera, no sé decir las cosas de otra forma... Lo siento... a veces choco con la vida... Siempre hago lo que quiero, es ese otro defecto grave con el que vine de fábrica... acaso ya sea hora de corregirlo... Hoy escribo sin llorar... ya he llorado mucho... Aunque aún tengo motivos para hacerlo... jamás contengo mis lágrimas. Le pido al cielo que me ayude a ver los motivos que tengo para sonreír, porque tiene que haberlos, de seguro... A veces se nubla el Sol y deja de brillar, pero sigue allí... Soy sincera y transparente contigo, así lo mereces... Te recuerdo cada mañana y cada noche... Cada vez que pase cerca de tu mundo te dejaré un besito por ahí regado, cuando lo sientas, recógelo te va a aligerar el día y es sólo para ti... Sólo creí haber estado un instante en el paraíso... pero ya es hora de volver... ¡Gracias por agitar mi corazón y recordarme que sigo viva...! ¡Gracias por tanto...!
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