Cuatro de Octubre lo recuerda con pasión Verónica. Un día como cualquier otro Vero se sienta en su sofá a recordar no lleva nada más que una pequeña pantaloneta y un chaleco que deja al descubierto el camino hacia la felicidad que marcan sus pechos.
Dos botellas de Vodka como inicio, limonada, vasos, una jarra y dos jugos de Naranja.
Entrada ya la noche Verónica y su amiga Catalina comienzan a beber desmesuradamente en vasos grandes de cristal, beben con prisa no hay sosiego.
El alcohol hace efecto, corre por sus venas y nuestras dos protagonistas aún de pie comienzan a besarse contra la pared, de repente, Catalina apaga la luz y caen sobre la cama con deseo, se abrasan, se besan, se acercan cada vez más.
Hasta que Verónica alertada se levanta y pregunta: ¿Qué estamos haciendo? Catalina la sigue, se levanta, la vuelve a pegar contra la pared y se besan como nunca hasta que escuchan a Consuelo la mamá de Vero. Ella , pone sobre los labios de Cata uno de sus dedos y lo único que dice es: Shh, Shh mientras ruega que no las descubran
Se termina el ruido, la luz se apaga y caen a la cama esta vez ninguna se levanta .Vero posa su mano en los senos de Catalina se deleita con algo jamás sentido, así comienza todo su episodio de amor.
Verónica tenía más alcohol que sangre en las venas por lo tanto solo se vuelve a acordar cuando esta sobre su amiga, besándola, sintiendo entre sus piernas el sexo húmedo de ella.
Luego Catalina se hace sobre Vero y la besa sin frenos, sin control. Cata musita que se sienten algo incomoda que mejor la siga besando, que pare con sus dedos.
Parece que Vero no se acuerda de más va por un Whisky y hace el esfuerzo de recordar y siente en su oído el: Ahh, Ahh! Ahogado de Catalina, que más lésbico y pasional que unos labios vaginales en la boca de una mujer. Le gusta, Vero lo nota.
Se cortan los recuerdos y luego aparece Cata en un rincón de la habitación vomitando estoy enferma le dice pero Vero, más arrecha que nunca la levanta y la sigue besando hace con sus dedos magia dentro de Catalina.
El ambiente se inunda de gemidos de placer, ya cansadas se acuestan totalmente unidas, en cucharita.
Cuando cantan los pajaritos se levantan y Cata dice afanada: ‘’ Vístete, Vístete ‘’ pero Vero no reacciona tiene mucho sueño. A las 9:20 de la mañana Verónica se viste y no se asombra con el desorden y al salir del lugar de su faena se sorprende al ver a Consuelo cerca de la puerta
De algún modo arreglan todo, no las descubren menos mal y apenadas, se cuentan lo que cada una se acuerda
Vero con un dolor profundo, un dolor hasta la abuelita aún no lo cree, no lo asimila pero agradece que esto paso y marco el inicio de una relación persistente, y estable de amor.