Libertad, sonaban las campanas. Libertad, y mi boca se enmudecia. Libertad desde este trono bañado en sangre, libertad entre llantos atornasolados y ojos de papel quemado.
Cual es.
De que manera.
Aqui en el desierto de nadie, aqui sin brujula alguna. Entre mis manos la cancion que todo lo descifra, pero, hay de mi, mi corazon es sordo. Y donde se ha sulfurado mi alma es el mismo lugar a donde debo volver para entender por que aun me duele. Por que aun sangra mi frente.
En mi cama aun llora ese vacio, aun gritan las paredes por que no las alegras con tu prescencia. Y se que pasaran muchas tormentas de arena por mi vida, y que no volveras a estar conmigo bailando entre ellas.
A veces al cerrar los ojos, camino cerca de tu tumba, y veo insectos y gusanos intentando desaparecerte, pero no pueden llegar a ti. Aunque yo tampoco. Y hubiese querido volver a abrazarte.
 
La inmundicia de la vida a veces se cuela entre mis labios.
Y no quiero convertirme en ser humano, con sus acciones tipicas y predecibles.
Recuerdo cuando eramos divinos. Yo, la diosa de los infiernos, tú, mi eterno guardian.
Cada dia que pasa mi cuerpo se va armando de celulas y haciendose mas mortal. Y busco donde sujetarme con mis garras, que aun son de Valkiria, algun risco, alguna esperanza. Alguna manera de dormir, y sacar de mi este estupido deseo de estar contigo, en un abrazo maternal, contigo pequeñin entre mis brazos como un hijo.
No, ya no habrán mas lagrimas.
Solo quiero sonreir.
Recordarte y sonreir, imaginarte aqui.