Capricho I
Publicado en Jan 30, 2010
Siempre era igual. El café no estaba listo y sus lentes de sol habían desaparecido. Era uno de los últimos días hermosos de septiembre en que mayo no parece tan envidiable, y dan ganas de bañarse en alguna de las miles de fuentes que había en la ciudad. Pero Annie no tenía eso en mente cuando revisaba tras los cojines, buscando sus lentes. No deberían gustarme tanto, pensó, apenas los encontró tras un frutero. En realidad eran unos buenos lentes, bonitos y resistentes. Sus aviadores la habían acompañado por el mundo varios años, así que podía perdonarles el que desaparecieran de vez en cuando. Los metió a su bolsa, el café por fin estaba listo y tenía diez minutos para llegar a la Fontana de Trevi si no quería que Vanina se enfadara con ella. Annie sentía un apego muy especial hacia Vani, porque se hicieron buenas amigas en cuanto llegó a Roma de intercambio.
Salió apresurada, y quince minutos después buscaba a su amiga en la multitud. ¿Dónde podría estar? Admirando escaparates, desde luego. La vio frente a una tienda de ropa y fue hacia ella. Estaba caminando lo más rápido que podía, pero la cantidad de personas que había en la plaza no era de ayuda. En su prisa por llegar, tropezó con algo delgado, y hubiera caído de bruces de no ser porque alguien la agarró del brazo. Era un hombre joven, que tenía un tripié tirado a su lado, y una cámara de profesional en la otra mano. El ruido del tripié al caer y la exclamación de Annie habían llamado la atención de los que estaban a su alrededor. - ¿Estás bien? Casi dejas tu nariz en el empedrado. - No parecía molesto, más bien sorprendido. Annie sonrió. - No sería la primera vez. - Ambos rieron, y las personas que los rodeaban se iban olvidando de ellos - Lo siento, ¿rompí algo? Miraba las... tiendas y olvidé... fijarme. - Noté que ibas algo apurada. - Su sonrisa era deslumbrante, y la joven se fijó en que hablaba con acento. - Soy Damien Archer, por cierto. - Se estrecharon la mano. - Annie Pennyman. - alcanzó a decir, antes de que Vanina llegara. - Por Dios, Annie, ¿qué escándalo ya ar...? - Se detuvo al ver a Damien. - Veo que tu despistada mente puedo contigo de nuevo. - Le lanzó una mirada de complicidad, y la aludida sintió ganas de desintegrarla. Damien observaba la escena, divertido. -Vanina, él es Damien Archer, que muy gentilmente evitó que pereciera en mi intento por encontrarte. Damien, ella es Vanina Candini, una amiga de la escuela. - Su amiga sonrió y dijo: - No sé qué piensen, pero creo que este no es lugar para la encantadora charla que merecemos. Propongo refugiarnos en una heladería o algo así. - En realidad debería irme. - dijo Damien. - Tengo que llegar al Coliseo antes de que cambie mucho la luz. - Entonces te veo arriba, Annie. - Una última mirada de burla y Vanina desapareció entre la multitud. - Bueno... gracias por evitar que dejara mi nariz aquí.- Un placer, Annie. Solo cuida dónde pisas. - Ambos sonrieron antes de que ella se perdiera en el mar de gente. Se dirigió a una calle lateral, donde encontró a Vani sentada en un banco. Luego se encaminaron al museo que planeaban visitar, como si nada hubiera pasado.
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Hoz Leudnadez
Andrea Palomini
inocencio rex
PARE
Diego Lujn Sartori
He visto en tu perfil que coincidimos en algunas cosas, por eso te invito a leer románticas:
La mujer del río
El beso
Tu ausencia
40 y 50
Confesión
Amora de yerbal y luna
Entre otras tantas
espero tu comentario
Saludos
Diego
Andrea Palomini
Lourdes