Es una noche tenebrosa, el parque esta muy inseguro. Esperen antes de seguir la historia les voy a contar quien soy, en verdad no les puedo decir mi nombre, pero les daré uno falso así me pueden seguir en la historia. Mi nombre es Sabrina.
Bueno sigo contando, estaba en la calle cuando de pronto escuché un disparo continuado por un llanto terrible de un niño y una mujer.
Corrí hacia el lugar donde provenían los fuertes llantos que después el de la mujer había desaparecido.
Al llegar alcancé a ver a una mujer tirada en un tronco recién cortado y un chico de 6, o 5 años llorando.
Traté de consolar al chico mientras sostenía mi celular para llamar a una ambulancia.
Cuando llegó la ambulancia, me alivié, pero después se acerco con cara de tristeza y me contó que la señora había sufrido un disparo muy fuerte en su pulmón y que no podía vivir.
Yo le entendí, pero hice un trato con los doctores: Que no le explicaran al niño.
El chico me dio pena, no tenía adonde ir, ni sabía que iba a pasar con su madre. Para consolarlo, le dije que se venga a mi casa.
Era tarde cuando llegamos, el chico se acostó en mi cama y yo dormí con él.
Estuvo varios días con el chico y ya no podía estar mas conmigo. Le pedí que me consiguieran una semana, pero no me hicieron caso y se llevaron a el pequeño chico, Agustín.
Unos días después que se llevaran a Agustín, estaba saliendo de mi casa. Escuche algo en el living que provenía del televisor, cerré la puerta y me volví hacia el lugar.
Había un objeto extraño era de madera, parecía a los aros que se forman en un árbol al cortarlo.
Lo levanté y lo coloqué en el mueble rosa que tengo al lado del sillón.
Me fui tranquila de casa. Estaba muy cansada, ya que había vuelto de trabajar.
Cuando volví encontré el objeto de madera en el suelo de nuevo.
¿No lo había colocado en el mueble rosa pálido?
Era extraño.
Me dormí para no pensar en eso.
Cuando me desperté de mi siesta logre ver borroso a alguien sentada en los pies de la cama. Tenía el pelo rubio pero tenía un vestido lleno de sangre, eso lograba ver yo. Me refriegue los ojos para ver mejor cuando la chica se paró y se me acerco.
Después de eso se me entró en el cuerpo. Caí de la cama y seguí caminando como si me estuvieran dominando.
Caminé con dolor hasta llegar a la sala, ahí se encontraba el objeto de madera, lo agarré y lo sostuve frente a mis ojos.
Acto seguido caí al piso. Me había dejado de dominar.