Es como un leve suspiro
Publicado en Feb 01, 2010
Es como un leve suspiro que recuerdo tu rostro: Leve, sensible. Tan tierno, tan sincero. Es en silencio que escucho el reloj avanzar. Escucho al tiempo avanzar. Sus pasos, pequeños, ni tan rápidos ni tan lentos. Acompasados.
Y en el silencio de la noche me vuelvo a acordar de tu rostro-suspiro, que me recorre por dentro y se deshace en un último aliento, perdido en el espacio-tiempo, que de a pocos camina, avanza, se mueve. Siento la soledad y al silencio, avanzar por la casa, correr, gritar, reír. Y yo, sentado, en silencio envuelto en más silencio, lo veo en su silencioso juego moverse por la casa, siempre en silencio. Escucho a lo lejos el grito o llanto de un perro. No ladra, llora. No ladra, grita, porque por alguna razón debe estar ladrando a estas horas. Y el tiempo sigue su marcha, a pesar de sus cortos pasos. A pesar de mi soledad. A pesar de la tristeza o el pesimismo que envuelven el ambiente. A pesar de que mañana todo será diferente. El tiempo, sigue su marcha, sigue, triste vidente. No puedo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. No es justo. NO ES JUSTO. Y lo escribo. Lo escribo mil veces si es necesario, porque es lo que siento hasta el fondo del alma. Sin comandos ni atajos de teclados. Sin clicks derechos y copiar y pegar y listo. No. No es justo, porque así lo siento, porque así me siento. No es justo. No existe el justo, sino el pobre diablo que quiere pensar que es justo, pero que el mundo se ríe de él y de su ingeniuidad. Porque el justo piensa que sus acciones no deben celebrarse, pero de justicias silenciosas no vive el hombre y a veces es necesario pedir algo para nosotros, porque sino nos morimos de hambre, y es entonces que el mundo, tiempo, karma, dios o destino nos mira, posa su mirada en nostros, ríe, alto, fuerte, estruendoso, se ríe de nosotros y nos señala. Tu has deseado seguir el camino imaginario de la justicia, y en tu afán de ser como los libros que leíste te has perdido en la demencia. Justo ahora, en tu momento de lucidez pides justicia, esa pobre mujer, pero mirate. Estas jodido, pobre, loco y hasta el fondo del hoyo, por tu necio afán de ayudar a los que en verdad se preocupan por sus vidas, por los que ven por ellos y su futuro. Y ahora, en tu momento breve de lucidez pides justicia. ¿Para qué si en dos minutos volveras a ser el loco justicieron que verá por los demás, pensando que algún día alguien verá por ellos? Los locos con los locos. Los locos con los locos. Los locos con los locos. Los locos con los locos.
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MARCA
Me gusta mucho como deslizas al lector con tus relatos.
Felicitaciones!!!