Te pierdo y se que no puedo romper
el hechizo.
Maldito conjuro ayer convocado aunque
me lo niegues por el aquelarre
malsano que integran tus amigas fieles.
Me consta que hasta no faltaron
mis viejas amantes hoy tan despechadas
que viven juntadas por miedo a que crezcan
sin freno sus carnes.
Tampoco faltó un candidato ungido
por voto mayoritario aunque ya le endilgan
nativo de aries, primero y primario pero se las trae,
con su billetera que ofende mi cepa genuina.
Te pierdo y se que no puedo romper
el hechizo.
Apuesto a tu arbitrio, tu gesto sereno capaz de torcer
el destino que me han reservado tus brujas farsantes.