Mi condenada historia. [2]
Publicado en Feb 13, 2010
Un pequeño, pero muy tonto error.
Resulta que supuestamente acababa de matar a un hombre, este hombre era miembro de la CIA. Yo le vi muerto. No sé como se me escapó Bastó con que me diera media vuelta para que acabase con mi vida Uso un arma tan pequeña pero tan letal, era como un revolver en miniatura, nunca me percate de su existencia. Una bala que acabó con mi vida. Me llegó en el cuello, mi sangre salía por todos lados. - Imbécil – Fue lo último que dije. Desde ese momento dejé de existir, como humana. Caminé por un pasillo oscuro, se veía una luz al final. Di un paso y caí. Sin darme cuenta estaba parada en medio de la nada, había un bosque enorme, todas las plantas eran de un color verde oscuro y el cielo era morado. Sentí un ruido. Un zorro blanco me habló. - Sígueme – Dijo como si me conociese de toda la vida Al principio me pareció una idea descabellada, - ¿Seguir a un zorro blanco que habla?, ¿Donde se ha visto eso? - Lo seguí, total, ya estaba muerta, no podía morir por segunda vez. Me llevó hasta la cima de una montaña, de lejos se veía enorme, pero de cerca eran diecinueve pasos para llevar arriba. De pronto la pequeña montaña, creció y creció. Y bajo ella solo se veía un precipicio sin final. Miré al zorro blanco, se me había adelantado estaba caminado sobre unas nubes, me pareció más ilógico aún, pero lo seguí. Estuvimos caminando por diferentes superficies y lugares durante mucho rato, Créeme que no sentí, hambre ni ganas de ir al baño, ni siquiera estaba cansada. Cuando por fin llegamos, vi al diablo, quien al mirarme hizo desaparecer mi vejez volviéndome a una joven de dieciocho años. - ¿Te divertiste? - Sabía exactamente a lo que se refería. - Mucho - - Excelente – Me sirvió una copa de vino. Era impresionantemente bueno. Era de otro mundo. Nunca imaginé que el diablo se sentaría a tomar una copa de vino conmigo. - En la tierra no tuviste condena - - ¿A que te refieres? – - Pasaste aproximadamente cincuenta y dos años de tu vida matando gente y nunca siquiera miraste una celda, y mucho menos a un juez – - Nunca pudieron atraparme, no los culpo, además, los hubiera matado – - Lo sé, por eso mismo. Dios no te recibió en su glorioso reino del que tanto habla. Por eso estás acá, para cumplir una condena. Y ni te molestes en planear nuestra muerte, es imposible matarnos – Rió - ¿Cuál es mi condena? - - Ya que te divertiste matando a la gente, quitándoles la vida sin razón, te daré el trabajo adecuado para ti, serás La Muerte. Podrás llevarte el alma de cualquier persona en ese mundo, en tus manos está el poder de dejarlos en el cielo o el en infierno, ellos tocarán la puerta, si no son recibidos irán hacia el otro lado, y si tampoco los reciben, deberás devolverles la vida, debes percatarte de que realmente están muertos o le agregaré años a tu aspecto. La condición es, la muerte les llegará, tú no la puedes decidir, ni como ni cuando, solo puedes llevarte sus almas en cuanto estén listas. ¿Entendido? – No pude siquiera emitir un sonido antes de que me envolviera en una capa negra, con un gran gorro que me tapaba hasta la nariz, me puso la piel tan pálida como le fue posible y me dio una guadaña con la cual abriría el cuerpo de las personas y les extirparía el alma. En ese momento comenzó mi condena.
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inocencio rex
me encantó la historia.. aunque es cierto que podría continuar, está muy bien así, de todos modos
Nayadeth
ornella
Besos Naya!
Ricardo Fernndez
josé Cirano de la Cruz Salazar
josé Cirano de la Cruz Salazar
me agrada
la verdad no ando mucho por aqui pero es de los pocos que realmente digo: wauuuuuu
espero y aceptes my solicitúd, bueno
te cuidas me checo tu blog dejo el my: http://cirano.blogia.com by
me rolo al siguiente
a x sierto
entre x k es una secuancia yo hempece una y he publikado el primero by
Edgar Omar Neyra
Un abrazo.Saludos.
Peace and love.Te quiero mucho.
Princesa hippi.Tù amigo siempre fiel....Edgar Omar....
Nayadeth
me pone contenta que te haya gustado.
un abrazo !
Juan Sambra
Nayadeth
Roberto Langella de Reyes Pea
En cuanto a la forma, adhiero a lo que te dice Vaca Narvaja en la primera parte. Bueno, no del todo. O bien es como él dice, que podrías darme más carnadura no sé si al personaje, al relato mismo, quizás con más descripciones, o quizás te convenga mantener el discurso minimalista con que escribiste este cuento. Pero entonces yo repasaría oración por oración, leyendo en voz alta, y procuraría quizás que "el sonido" del escito sea más como el de una prosa poética. No sé, son posibilidades, vos elegís. Excelente cuento, amiga.
Nayadeth
Intentaré dar más descripciones y eso del sonido. jaja
un abrazo :)
Roberto Langella de Reyes Pea
María de la Paz Reyes de Langella
Nayadeth
JUAN CARLOS
Cariños..Juan Carlos...