Lo natural y la naturaleza humana
Publicado en Feb 14, 2010
En algún lugar de Latinoamérica, me encontraba descansando rodeado de nubes blancas; algodones que entre luces y sombras formaban diferentes figuras, las cuales podrían ser elefantes, jirafas, o el perfil de Da Vinci, si dejáramos volar la imaginación. Entre ellas, apenas se asomaban los rayos del sol, los cuales eran vencidos cuando el viento llevaba la espesura de esas cortinas blancas hacia los únicos huecos que dejaban respirar sus radiaciones. Sobre la tierra, las montañas se perdían ante otras de sus compañeras, las cuales erguían enfrente de ellas, burlándose con su verde esplendoroso por estar en primer plano con su olor a lluvia; mientras a lo lejos, unos de mis sentidos escuchaba los cantos sin armonía de las aves e insectos, sin llegar a molestarme, porque a pesar del que el sonido no tenía ritmo, era tremendamente placentero. Yo me encontraba sobre un sillón confortable, casi acostado, escribiendo reflexiones que quiebran la cabeza y dejan sin aliento, al no encontrar el equilibrio humano que cada día está en la búsqueda de la conquista estúpida, de ese sueño exagerado, que produce pensamientos mezquinos entre nuevos personajes de la política latinoamericana, quienes se mueven entre ellos con demagogia gubernamental para relucir más exquisito que lo bello por el deseo de llegar a ser el más poderoso entre nosotros, sin importar pisotear la dignidad humana, dejando falsedades a sus respectivos pueblo, las cuales se están convirtiendo una pesadilla para la mayoría de los latinoamericanos ante un paisaje que se convierte para mucho de ellos desiertos mugrosos, en donde el fantasma infernal de la pobreza va inquietando cada día con el acontecer de nuevos amaneceres inciertos, ante las malas decisiones de los gobernantes, quienes no dejan de cometer estupideces con planes partidistas, económicos o proyectos de expansión de nuevas corrientes dictatoriales amparadas en nuevas leyes creadas por ellos para perpetuarse por largos años en el poder. Días después abandoné este bosque con la duda, si en cinco años existirá o sucumbirá ante la fórmula más seductora de acumular riqueza por la decadencia de una sociedad que genera individuos que van perdiendo el respeto a la vida; es decir, cambiar lo verde del bosque por el verde del dinero.
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Carlos Campos Serna
Saludos
Carlos
miguel cabeza
Abrazo
Carlos Campos Serna
Ese es el problema, que los paraísos van desapareciendo. Me comentaba un nativo de ese lugar, que en ese bosque hay petróleo.
Alma Andrea
una realidad lamentable.
Saludos Carlos.
Carlos Campos Serna
Saludos.
P.d. Y si pues, latinoamerica se parece...
Antonio Umbral
tambien tenemos el ejemplo de los cultivos en cautiverio de salmon en el sur de chile que a contaminado las aguas ,y muchos otros proyectos de explotaciones mineras que si bien algo han dejado al pais mas les a dejado a estas empresas trasnacionales amparadas por politicos corruptos ansiosos de verdedolares.