En búsqueda de la armonía...
 
En búsqueda de la meditación....
 
De cascadas de calma transparente... de su mente y alma.
 
El Caballero calla cuando no sirve hablar.
 
Viaja... se aleja, y calla.
Y se deja ir como viento sin aire... vacío.
A descubrir el vacío de los vacíos.
 
Se deja ir hacia el final de los finales...
A la posibilidad del fondo de las alturas...
A los supuestos cielos de los infiernos...
A la posibilidad de todos los comienzos.
 
Al extremo inexistente de las encrucijadas.
Al borde o extremo o canto o filo de todo.
En su silencio místico de metales mudos...
 
De las tierras y los precipicios...
De los cielos con los infiernos...
De las nubes con el polvo...
De la magia con la mística...
Al último rincón del mundo...
De las almas, conciencias y espíritus... y ahí...medita.
 
Y regresa a su interior descuidado...
Y lo ve todo.
 
Ve sus errores y la posibilidad de revertirlos...
Ve sus heridas y la posibilidad de perdonarlas...
 
Comienza a compartir con el universo
El más grande de sus secretos.
El secreto del amor.
 
En el límite...Justo a tiempo...