Ojos de mirar sincero
son tus dos luceros del alba.
Ojos para ver por dentro.
Ojos para ver el alma.
Ojos de mirar profundo
en los que yo me hundo
cuando me encuentro en calma.
Ojos de mirar lo hondo
que existe en el transfondo
de tu belleza de dama.
Ojos... Ojos para ser amados
como se ama la llama
del fuego que ha incendiado
todo mi cuerpo. Y la palma
de mis manos de poeta
ya se entrega a tu mirada
cuando un hada
imaginaria y profunda...
alada...
vuela sobre la muda
palabra..
!Que abra el mundo extraño
sus puertas de la añagaza!.
!Yo estoy en tu universo
más allá...
más allá de sus trampas!.
Que ni hiero corazones
ni empleo jamás la daga
para conquistar amores...
!mi princesita de cama!.
Ama...
ama estos versos sencillos
que son como los zarcillos
de una viña. Y la retama
de los campos circundantes
son poesías andantes
que entran por la ventana
de tu alcoba silente
y que te besan la frente
por sentirte tan cercana
que en lo profundo de mí
sólo está tu voz lejana.