Desde hace mucho tiempo el hombre (todos nosotros los que estamos y los que estuvieron) ha tratado de poner orden a las cosas. Ese hombre que se cree el arquitecto y el decorador de las cosas visibles. Pero, el universo mismo es orden. Nada es sin sentido. Todo ocurre como ha de ocurrir. Por eso el Buda Shakyamuni decía: "Todo lo visible es vacío". Esto es lo mismo que decir: "Todo está, pero todo pasa." Dejar que el universo haga lo suyo es lo ideal. no es que uno como persona no vaya a hacer nada. No, no se trata de eso. Pero, (como siempre hay un pero), uno debe estar alineado, armonizado con el fluir del universo. Dejarse llevar es la expresión Zen. Como decía el Sensei Yves Carouget (maestro Zen) se debe "soltar la presa". Tú no organizas ni armonizas nada si tienes la mente y las manos llenas.El maestro Zen Kodo Sawaki decía al respecto:"Cierra tus manos y tendrás un poco de arena en tus manos; ábrelas y toda la arena del mar pasará por ellas".

Si vacías tu interior y te dejas llevar por el ritmo del universo, serás como un bebé dando vueltas en su cuna sin pensar hacia adonde se mueve. La escuela trata de hacerte un hombre automatizado. De eso no se trata. Meditar es fluir. Abandonar el ego es fluir. Y viviendo esta experiencia comienzas a sonreir.
No hay realmente un caos si no hay caos en tu mente. La gente perseguida por demonios no los consigue en la calle, siempre ha estado cargando con ellos. El universo también tiene su papelera de reciclaje. Espira y bota todo el humo negro de tus calderas, de tu ira y de tu visión borrosa. Deja que la lluvia, la brisa, el sol, la arena, las olas, las bendiciones que trae cada dia te laven y sean tu guía. Dejate llevar.

 Ah, y si consigues un limón en el piso mientras caminas, tómalo (es para ti), lávalo y hazte una limonada. Ese limón es un regalo del cósmos. Extrapola esta idea y descubrirás cuanto más has estado recibiendo y podrás recibir si te olvidas de ti mismo y sigues el viento.