LA LUNA EN EL PURGATORIO
Publicado en Feb 25, 2010
Se fue del cielo... De todas las noches... De los instantes, de todos... de todos ellos, ella se fue... De los atardeceres románticos y apresurados... De los que amaneceres radiantes de un sol enamorado... Se fue ella... Sabiendo el cielo, que ella... En el fondo de su esencia... lo sabía... Ella... sabia que no volvería... Se fue un atardecer furiosa de deseos... A la espera egocéntrica del sol dormido... Que sin imaginarlo y remolón... Ardiente llegaba a la aurora Aunque recién amanecía... Viajo como mujer segura de si... Mas veloz de todo aquello capaz de medir... Riéndose de la luz, que apelando a la velocidad... Quizás para contenerla... a su lado corría... Viajo hacia el sol... Y murió. Como suicida... calcinada... Penosamente... mucho antes de llegar a abrazarlo. Y el cielo la condeno... Aun habiendo muerto de amor y calcinada. Ahora ella... O lo que queda de su esencia etérea... Se pasea en el purgatorio de los suicidas... Porque ella... muy dentro de si... Ya lo sabía... Despechada, ahora... allí... Ella sale noche y día... Sin refugios ni soles... A la espera de la redención de las galaxias, Que habrá de juzgarla a ella, Junto con otras estrellas caídas... Y también junto a algunos Ángeles y arcángeles... Que alguna vez tuvieron el prestigio Ese que ella, también tenía... Y ahora no llora... Ni se conforma con reflejar ninguna luz que no le sea propia. Ahora se hace estrella y consuela... A los tristes hombres y mujeres que junto a ella... En el purgatorio de los cielos comparten su osadía...
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