El atardecer se pierde en el llano de estas centurias
Y las voces de mis ancestros retumban a mi diestra
Los vientos del oeste mecen las copas de estas retamas
Y tus cabellos son remolinos... son augurios de fertilidad
 
Entonces con la mirada quebranta suplico por ti
Por el rose límpido de la brisa de tus linajes
Entonces algo invano clamo por algo de tus caricias
Por los vestigios de tus alientos... por el ultimo bostezo de tus labios de rosa
Entonces con la vista en tus sombras te pido que te quedes
Te pido unos segundos más... solo un poco más de tu ser... solo unos mas
 
Miras segura al infinito haciendo como si te llamase
Lo ves casi de tal modo que puedes palparlo
Y entrometidamente oyes que mis áridos labios te piden
 
Entonces mi voz perece entre los albores de este atardecer
Tienes que partir... tienes que irte lejos... lejos de mí... de una vez
 
Miro mis manos que se atisban solo de heridas simples y desvirtuadas
Y sin mas lumbre oscurezco mis ojos... que pardos sabes que son
Los cierro entre una sonrisa ilusa por que se que me odiaras algún día
Y alucino que te rozo... que te acomodo entre el claro de tus cabellos
Imagino que sonríes... que me buscas y que digna te tientas a mis álamos
 
Pero luego despierto casi de golpe y risueña te alejas... me dejas... te vas
 
Suspiro casi al borde de perecer si es que no volteas
Si es que las tormentas no te detienen
Pero predilectas de tu paso se abren tórridas a tu menester
 
Los vientos te llevan más hacia al sur
Y por eso escribí un poema para retenerte
Lo hice pensando en seducirte....en robarte
Y simplemente entre mis alucines te enrumbas lejos
 
Recuerdo que hace poco me dijiste en otras lenguas
Que si nos vemos... nos veremos
Y si no... no... si no simplemente no
Dijiste besho para aplacar esta desolación
Y respondí que no beso si es que te vas
 
Sabes cuidaría de ti así el hielo de mis manos se derritan
Así lo tiznado de mi piel se funda al claror de tu cuerpo
Pero eres libre... eres mujer de viento
Eres huayra warmi según la lengua de mis ancestros
 
Entonces casto te veo a lo lejos casi al borde de ser diluvio
Casi al tenue de correr hacia a ti suspirando solo de resignación
Mientras tu firmamento se pierde junto a la tarde entre esas centurias
 
Lagrimas rancias se despliegan de mi como tempestades clásicas
Y solo me consuela mirar cielo para que vuelvas la mirada
Para que entre esa desdicha aparezcas sublime... astriada
De mis pupilas brotan aguaceros que son  ofrendo al cielo
Solo para que tú estés sobria al placer de mis ojos pardos