*PADRE NUESTRO
Padre Nuestro, que estás en el cielo, no creo que debas bajar a esta tierra; la vida en mi Patria se ha vuelto difícil, en muchos hermanos existe pobreza.
El hambre, de a poco va por los hogares, golpeando la puerta con cierta insistencia y muchos deambulan, pidiendo en las calles, mirando abatidos, rogando clemencia.
Hombres y mujeres buscan un empleo, que brinde el sustento para cada día, pues hoy un trabajo, es un pan bendito, escaso y ansiado por muchas familias.
Se mata y se muere por pocas monedas, algunos no tienen respeto a la vida, jóvenes y niños, ebrios o drogados, empuñan las armas con que se asesina.
La gran corrupción habita solemne, existe temor de arrancar su máscara, quizás es más fácil mirar al costado, mejor si la boca se queda cerrada y así, la mentira estira sus uñas y atrás del silencio queda asegurada y esas manos crueles, percas e impiadosas, esperan que alguien les vuelva la espalda.
Con dinero sucio se encubren mil cosas, la Justicia es lenta y a veces comprada, manipuladores finos y elegantes, visten al Poder con saco y corbata. Traición y mentiras, sobornos y coimas, deshonestidad ya casi a mansalva, funcionarios viles, inescrupulosos, declaman discursos de promesas falsas.
Por eso Señor, que estás en el cielo, no creo que debas bajar a esta tierra, es casi seguro que han de condenarte, si por el que sufre tu sientes tristeza o si te acongojas por tantos humildes, que con sacrificio soportan las penas.
Señor de la Luz, Todo Poderoso, Padre Espiritual, Imagen Suprema, bendice a quien sufre toda la desgracia, protege a tus hijos que tanto te anhelan, dales esperanza de un mejor futuro, destierra por siempre toda la indigencia, para que la Paz, Justicia y Trabajo, habiten por siempre aquí en esta tierra.
 
*del libro ¨Tan Sólo Sentimiento¨ 

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