Aparto el deseo un instante
su luz que devora mi carne
y pienso en el tiempo que robo
al motor de tu anhelo.
Se trata de ver como viene
arrimando el gesto escaso,
la valentía de abrir los ojos,
ir hasta el fondo y preguntarse
por las razones que nos acosan,
de ya tan juntos ir esquivando
muy a menudo el fantasma vigente
de la derrota.
El amor no es una roca,
si así fuera lastimaría intentos,
impediría reconstruir derrumbes,
ya no habría madrugadas,
llamaradas quemando impurezas
o gestando versos.
Si fuera capaz de asumir la
 verdad y dejar de habitar
ese mundo complejo.