Detras del viento las convicciones,
hurgar a tientas en los mandatos,
hacer de cuenta que se despejan
los malos modos, los malos tratos.
Con pocas pruebas lucen mas débiles
los alegatos
y las certezas pierden las brújulas
y en las estepas cabalgan locos
los emisarios.
Siempre hay un norte que se agiganta
mientras debajo, pequeño circo
el de las derrotas se desespera,
sin la unidad de algún relato,
flaco el ensayo que nos contiene
cuando del hambre y la indiferencia
vemos estragos y la conciencia
se va enredando en las pequeñeces,
frágil memoria hostigando vuelve
para cobrarle deudas al viento.
No habrá mejoras sin el remedio,
abajo el miedo,
el dolor rezonga,
barajar y dar de nuevo
o la consigna que impongan
las convicciones del viento.