Vuelvo con mi corazón enorme
a este mundo de truenos y violencias.
Oigo el chillido de las gaviotas
y las bestias dándose ultimátums.
es veraz la enorme cerrazón
que cierra los sentidos en acantilados.
La peste se guinda en todas partes
y cada cual levanta limitantes.
Por todas partes: guerras y dragones
y los más draconianos comensales.
Pero sé que Pandora vendrá
y traerá la confianza en sáficos.
Para que todos naden en su risa
y sea echada lejos la codicia.