Adición a tu piel (para mi esposa)
Publicado en Mar 24, 2010
Soy adicto, sí, a tu piel,
a tu forma de explotar en todo y en la nada hacerte sentimiento. Voluntad para ahondar en las cosas a las que ya estamos acostumbrados. Eres mujer capital de mis veredas, onírica pulsación en las pupilas y horizonte de alborada en lecho. Después de los témpanos hirientes te miro en la danza miel de tus pupilas y llenas de instantes dibujados las prímulas ondulantes de la urgencia hasta descargar toda la brillante metáfora de tu lúcida sonrisa. Entonces es cuando levanto el sueño para acariciar tus ansias de paloma y me envuelvo en el tallo de tu cuerpo lentamente anclado para ir muriendo un poco más... un poco más en cada instante... hasta desaparecer ingrávido y latente en el corto espacio del suspiro. Yo deseo que nunca acabe este eterno sueño de adicción para poder decirle a mi presencia que sólo soy tu beso inacabado.
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José Orero De Julián
La herencia de los cabellos blancos
un beso