Dos demonios sin memoria.
Publicado en Mar 24, 2010
Dos demonios, sobrevuelan la memoria,
blandiendo en lo alto, sus armas de espanto. Sangre, muerte, luto y llanto, coronan la violencia de su sin razón. Armas, bombas, guerrilla y desaparición, se mezclan con argumentos del mal. Vuelos, submarinos, fusilamientos y picana, mezclados con rifles, cianuro y secuestro. Muertes sin sentido y dolor que clama al cielo. Dos espíritus malignos ocultan sus actos, repletos de odio, revancha y resentimiento. La reconciliación se desdibuja, dando lugar una justicia mezquina. Dos demonios con sus propias banderas, creando colores que dividen y separan. Repletos de mártires y héroes propios, que generan odio en el bando opuesto. Disgregación, desencuentro y cadenas rotas, con exaltación de unos y censura de otros. Polarización inútil, que anula el encuentro. Maravillosa juventud de adolescentes sensibles, con sus ideales de muerte y rebeldía. Hombres bizarros con pulcros bigotes, sedientos de una seguridad sin ideología. Revanchas y guerras sin fin, ante heridas que nunca cierran. Atónitos esperamos una reconciliación, que la parcial memoria nos hace esquiva. Unión, fraternidad y encuentro, difícil acuerdo con algo de amnesia. Dos demonios que también sobrevuelan la Iglesia, atormentando sacerdotes con ideologías de muerte. Catolicismo progre y Cristianismo fascista, se dan la mano en una historia, que levanta sus estandartes de sangre. El humo de los dos demonios, también habitó la sagrada institución. Tumbas de inocentes olvidados, desaparecidos románticos con vida europea. Asesinos libres, que ostentan sus crímenes impunes. Justicia extraña que no se anima a ser equitativa. Brujos con pactos de sangre, muestran sus arcanos de odio. Impunidad que nada respeta y sólo regala lágrimas. Dos demonios, mantienen el llanto de la patria. Olvido, mediación y perdón esquivos, que no encuentran la ansiada concordia. Páginas dolorosas, que se resisten a cambiar. Diálogos ausentes y revanchas presentes. Quiera Dios alejar a estos demonios, mostrando el sol de su gracia sobre la patria. Sueños de argentinos con esperanza, corazones con sus llagas curadas. Asesinos presos y justicia plena. Mirada amplia que mira al futuro. Santos y bondadosos hombres, que dejan de su lado el odio. Nación que sueña con crecer, aspiración de patria que cobije a todos, comunión plena y armoniosa, que aleje para siempre sus demonios de odio. Horacio Hernández. http://horaciohernandez.blogspot.com/
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Felix Antonio Esteves Fuenmayor
La experiencia de la dictadura suscitó en la ciudadanía argentina una revalorización de la constitucionalidad y de los derechos humanos. Las Madres de Plaza de Mayo se han convertido en el símbolo de la dignidad y la resistencia ante al silencio y la opresión. La CONADEP dio la palabra a las víctimas e inscribió en la conciencia colectiva la consigna del “Nunca Más”. El Juicio a las Juntas dio a los argentinos la posibilidad de constatar la escala y la lógica perversa del horror.
Sin embargo, los sucesivos gobiernos democráticos, por la presión directa de sectores militares o por mero pragmatismo, cedieron ante las fuerzas del olvido. Hoy día, una generación después, una gran parte del pueblo argentino ha manifiestado la voluntad de recuperar la memoria, establecer la verdad e imponer la justicia. A los treinta y cuatro años del golpe, muchas personas a lo mejor se han olvidado, por eso es necesario el estudio, el análisis, y la discusión de ese momento de la Historia y recordarles a todos lo horrible de aquella época y que su mensaje sobrepase los límites de tu pueblo para que no se vuelva a repetir en ningún pueblo de nuestra América y del mundo.
Tu trabajo poético me ha parecido bello, valiente y lleno de profundo dolor, pero al mismo tiempo me llena de alegría saber que la memoria sigue latente y que aún existen valientes que se dignan a luchar por que sea conocida la verdad.
Un fuerte abrazo desde Caracas, donde viven una gran cantidad de desmemoriados.
Félix Esteves
Andica
SEÑORES, NUNCA MAS...................