CAMINANDO CON JESUCRISTO
Publicado en Apr 01, 2010
Jesucristo niño, tus pasos aun están en las calles de Nazaret,
el chiquillo que jugaba y reía, al lado de José y María. ¿Dónde está mi niño? Pregunta angustiosa la madre, ¡Porque te preocupas, si estoy en casa de mi padre! Benditos José y María, por cuidar al hijo de dios, Déjalo que juegue, que ría, que pregunte, ¡Que busque a su señor! Y yo que fui un niño, como lo fue el hijo de dios, Y entre juegos y reyertas aprendí a orar al creador, Padre nuestro que estás en los cielos............. Y el ángel de la guarda mi dulce compañía..... Fueron mis oraciones, las que me cuidarían, Y oraba todas las noches, antes de dormir Y mis sueños eran profundos, como los de un querubín. ¿Y donde esta mi niño? preguntó atormentada mi madre, ¡Jugando pelota y metras aquí en medio de la calle! Y el niño que yo fui, un día se me perdió. Pasaron los días y los años, y más nunca regreso. Me desperté aquella mañana, buscando una oración ¿Despierta que ya eres un hombre? ¡Eres mi hijo varón! ¡El muchachito que fuiste déjalo en el rincón! ¿Y donde esta mi niño? Se pregunta el viejo hoy ¡Aquí solo y abandonado en este lúgubre escondrijo! Jesucristo hombre, tu verbo aun esta en las calles de Jerusalén, Jesús el carpintero, Jesús de Nazaret. El día que te fuiste no está escrito, A donde fuiste tampoco, A los treinta y tres regresaste, a cumplir con tú misión Porque eras el mesías, el ungido del señor. Nadie es profeta en su tierra, lo dijiste con visión, Tomaste tu cruz la que dios te señalo, Sacrificarte por nosotros, percibir el dolor del mundo, Para romper las cadenas, para quitarnos lo inmundo. Para romper el ciclo, al cual Satanás nos ato, Aquel nefasto día cuando Adán la manzana mordió. Jesús, el hombre, que vio hermosas mujeres, Que mostraban sus encantos, envueltas en olorosos perfumes. Jesús, el hombre, que vio el ancho mundo, con oro, licor y pecados Que fue tentado por Lucifer, para que fuera el gobernador ¡No solo de pan vive el hombre! Le respondió mi señor. Había ganado la batalla de no caer en tentación, ¿Y donde esta mi hijo? Pregunta triste José Lo llevan a crucificar, ¡oh! Jesús de Nazaret. ¿Y donde esta mi hijo? Se pregunta el anciano hoy Anda buscando su senda, que una tarde abandono, Cuando se olvido de su niño y lo dejo en aquel rincón. Repitiendo la historia triste, que su padre le enseño. Jesucristo milagroso, Jesús el curandero, Jesús el mesías, Jesús el carpintero. ¿Y donde esta mi hijo? Pregunta risueña María Curando a los enfermos, cerca de la abadía. Curó a los leprosos, Alabado sea Jesús atado a la columna. A los ciegos les dio vista, Alabado sea el corazón de Jesús. A los paralíticos los hizo caminar, Alabado sea Jesús el Nazareno. Saco demonios y espíritus inmundos, Alabado sea Jesús en el calvario. A los muertos le dio vida, Alabado sea Jesús resucitado. ¿Y donde esta mi hijo? Pregunta contento José, Anda curando a los enfermos, colmándolos de fe ¿Y donde esta mi hijo? Pregunta solitario el anciano Anda ayudando a los pobres, como el Cristo de los milagros. ¿Y quien le encomendó esa obra? Alguien Preguntó Nadie pudo responder, pero él solito la encontró, Cuando halló al muchachito, que triste y solo dejo, Una tarde veraniega, en aquel sucio rincón. Se tropezó con un niño, casi no lo reconoció; De carita sucia, y sin camisa, una moneda le pidió, vio sus manos golpeadas y con rasguños en los brazos, sus pantaloncitos deshechos, y los piecitos descalzos. Lo vio de lleno a los ojos, palpito su corazón ¡Este niño es un reflejo de aquel niño que fui yo! ¡Eres mi niño bendito! Hijo de mi corazón como pude abandonarte, solito en ese rincón. Pretendí culpar a mi padre por esto igual él paso, me correspondía a mí buscarte y romper esta maldición, de abandonar a los hijos, a las buenas del señor. Bendito el divino niño, bendito nuestro creador, alabado sea Jesús crucificado, que vino a lavar nuestro error. Bendito Jesús de los milagros que siempre te acompaño y me permitió encontrarte en este escabroso rincón. Jesucristo el hijo de dios, hijo de la virgen María Bendita seas, Mujer, entre todas las mujeres. Jesucristo hoy me confieso, ante ti. He recobrado el camino, Muchos golpes me dio el destino, Cuando me aleje de ti, Nunca maldije tu nombre, Ni caí en provocación, En esta semana santa, la semana mayor, Juro lealtad a tu obra, defenderla es mi misión ¿Y donde esta mi hijo? Pregunta alegre el anciano. Anda con su nieto alabando a Cristo, hoy es domingo de ramo.
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Alfonso Z P
Me doy cuenta que lo publicaste en Semana Santa, buena fecha para la reflexión.
Estamos a mano.
Saludos: Alfonso
florencio
la religion forma parte de nuestras vidas, y jesucristo nuestro guia.
y como bien lo apuntas es bueno reflexionar en estos dias.
saludos
florencio
besos y abrazos.
angelita
Sabes que no soy buena leyendo escritos tan largos. Pero este me encanto, un placer leerte florencio. Bello escrito. Dios te bendiga hoy y siempre. ANGELITA.
florencio
saludos y abrazos, con mucho cariño.
Dafne:
gracias por el mensaje, y la verdad es que todos buscamos renacer nuestro espiritu, olvidarnos del pasado que de alguna manera u otra, por bien o por mal, nos conduce al presente.
saludos y un gran abrazo fraterno en esta semana mayor.
Dafne
Sigue escribiendo así, que se acerca el renacer de la esperanza! PASCUA!
IRMA PERIBAN VILLA