The day that never comes
Publicado en Apr 02, 2010
Una tenue luz entra por los pequeños vidrios de esta habitación, llenando cada rincón, creando un espectáculo, como si le diera vida a los objetos... en este lugar me encuentro. Aquí, frente a un papel blanco, tratando de mostrarme tal cual soy en un día lluvioso, yo & mis pensamientos.
Formalmente podría presentarme, aunque yo sepa quien soy. Aunque sepa lo que soy, aunque sepa lo que ha pasado; aunque sepa que él me ha dejado, que todo ha terminado. Ya me he acostumbrado a prender la TV & ver en las canales el típico y permanente '¿donde esta Frank Iero?'. Pero en la vida hay que aceptar. Las mentiras de la gente; sin embargo sé donde estoy. Las estúpidas teorías; 'lo secuestraron, se suicido, lo mataron, se lo trago la tierra'. Sin embargo sé donde me encuentro: En el castillo de la princesa, atrapado, esperando por mi príncipe. Sabiendo perfectamente que el príncipe azul no existe, y jamas existió. Ando muerto en vida, esperando por él, que nunca llegará. Lo sé. Haciéndome preguntas existenciales, cuestionándome el ¿porque seguir?. Oh, no lo se. No sé cual es la razón por la que estoy siguiendo. Ahora, no sé cual es el sentido de mi vida. A pesar de todo, sigo. ... Otra vez, me veo parado en el medio del bosque, es la noche & tengo frió, todo esta oscuro, a lo lejos veo una luz. Una luz y la silueta de alguien. Quiero acercarme, pero no lo logro, ahora intento correr, me cuesta bastante. Me duelen las piernas. Oigo una voz pidiéndome por favor que vuelva. Corro más rápido, por el contrario, esa luz se aleja cada vez más. Comienzo a llorar & llueve, miro el cielo, pero éste no existe. Tengo miedo, tengo mucho miedo, no quiero seguir en este lugar. Allí sigue la silueta, me dirijo hacia ella; me caigo varias veces debido a la oscuridad, entonces, en esta oportunidad quedo tirado en el suelo húmedo, levanto la vista & ahí esta, mi principe azul. Estiro mi brazo hacia él porque se me es imposible ponerme de pie. - Gerard... - Murmure acercándome. Él me observa y su mano roza la mía. ... En el intento de aproximarme aún más, caigo totalmente al piso, pero en este momento, esta seco. Miro a mi alrededor & veo mis cosas, veo mi casa. Nunca logro distinguir si esas cosas son sueños o pasan realmente, esto me perturba. Me doy una ducha, me siento agotado. Mientras el agua recorría mi cuerpo, escucho voces... en la televisión. Pero... Oh dios! Es él. Sin cerrar las canillas, corro peligrosamente hacia ésta. Ahí estaba, tan hermoso e irreal como siempre; con su melodiosa e irresistible voz hipnotizandome. Alto! A su lado hay una mujer que sostiene su mano, por cierto. Es su esposa, la cual no sé el nombre, o en su defecto no quiero recordar. En brazos de ella esta una niña pequeña. Oh su hija, la pequeña Bandit, que nunca conocí. .... Hace mas de cinco años que estoy en esta cabaña lejos de la cuidad. Acá, el lugar que si hablara generaría polémica, donde nos encontrábamos & las palabras se convertían en hechos. Donde todo era perfecto & vivía mi historia de amor. Nada es para siempre, con el tiempo todo se desvanece, y esta vez no fue la excepción. Gerard se contrajo matrimonio, meses después yo no pude soportar esa agonía, entonces escapé cobardemente. Oh! Aquí en la TV siguen ellos hablando sobre... Dijo mi nombre! Dijo mi nombre! Ya creí que me habías olvidado. ''- Que dices sobre Frank? Él ha quedado en nuestras memorias... - - Oh si, definitivamente. Él es de esas personas que no se pueden olvidar. Pero este donde este, yo sé que esta bien.'' Dijo eso ultimo & saco una de esas sonrisas cómplices que siempre usábamos cuando ambos sabíamos lo que pasaría luego. ... Me acerqué a la pantalla, pero de pronto me encontré en el baño, con la mitad del cuerpo metido en la bañera, y la otra mitad fuera, desnudo. El agua corría, por lo tanto me levanté & la cerré. Sentí dolor en todo el cuerpo, miré al suelo y en éste había sangre, al mismo tiempo un gran ardor a mis muñecas llegaron. Las miré & estaban cortadas. Me asusté, sangraba demasiado, no quería morir todavía. Rápidamente me limpié y coloque vendas muy apretadas en ellas. No tengo la noción del tiempo; veo borroso, mis piernas no soportan mi peso... Al instante, & como por arte de magia estuve en mi cama, recostado. Miro mis brazos y las vendas no están, tampoco hay cicatrices o rastros de lastimaduras. Escucho una voz diciendo ''Yo lo sabia, sabia que estabas vivo y que parabas aquí. Pero todo a su tiempo, cariño'' Rápidamente miro la TV, pero no viene de ahí, esta apagada. Siento pasos provenientes de la entrada de la casa; intento levantarme pero es en vano. El miedo me invade, siento escalofríos. Agarro las sabanas que me tapaban & cubro mi cabeza. Se acerca más, cada vez más. Cuando de un momento al otro, los pasos cesaron. Poco a poco & lentamente fui sacando las cobijas de mi rostro. Finalmente, al descubrirme del todo. Sigo con los parpados cerrados, respiro hondo & los abro. En consecuencia, me encuentro unos ojos color verde olivos mirándome & una sonrisa de oreja a oreja. - Esta vez, Gerard Way... eres real? - Si. Lo soy, pequeño Frankie. Esas sonrisas cómplices que siempre usabamos cuando ambos sabiamos lo que pasaria luego . *
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Ana
RAL FERNANDO TORRES