Una ilusión marchita
Tu nombre crepita al son de los vientos
 Lagos de sangre se fermentan detrás de las sombras
Y de tus colores más lavanda retoñan cuervos
Crean bestias que sus ojos son las ágatas de tus cuellos
Y sus plumas semi moradas dejan halos de tu blusa
Monstros que ensordecen mi destino con tus gritos
Y que relicarios enbruman, fomentan niebla de tus polvos
Una ilusión yace arcaica... yace algo agonizante
Tu nombre aun no deja de danzar con las nubes
Ensangrentados  lagos se han secado creando sombras de barro
Mientras que los colores que asolariadamente vestías se han desteñido
Sus siluetas atriadas en desencanto plasman tu discordia
Y sus rostros cóncavos te evocan tan digna de ti... tan flagrante de ti misma
Sus fauces se enmarañan como tus brazaletes que relucen solo arcoíris
Y sus garras aclaran tus uñas magentas que solo colores calipsos pardos... muestran idóneas lucirlas
Una ilusión que se agrieta... que agreste se muestra... que trémula se presta
Tu nombre refulge ciertas estelas sombrías que pintan mi reflejo
 Y lagos de sangre se funden sórdidos de crear más desolación para tu enjaecimiento
Mientras que el brillo estigmático de la lavanda que te cubre engendra nuevos mitos agoreros
Que procrea y afirma nuevas jaurias que inclemente expides casi decente