BRISA DE PRIMAVERA
Publicado en Apr 06, 2010
Muchas fuentes de energía inspiraron mis sentidos a explorar mas allá de aquello que simultáneamente creemos sentir, al contrario de mi mente, mis emociones son bastante inestables, no creo poder controlarlas y mas cuando se revelan en forma tan instantánea, generan un impulso a bloquearme cuando me encuentro en esas situaciones inesperadas en las que creo no poder detener. Alguna vez alguien me dijo que las pasiones pueden ser crueles enemigas a la hora de entablar balance con la razón, creo que muchos hallazgos personales me han demostrado que muchas veces eso puede ser verdad. Una tarde de primavera, lejos, muy lejos de mi hogar, de mis costumbres, de mis rutinas y de todo aquello a lo que se hubiera parecido un año atrás mi vida. Nunca comprendí muy bien el sentido de libertad, a pesar de estar en un lugar muy lejano, lejos de todo y de todos, en busca de aquella anhelada sensación de libertad, aún me sentía aferrada a esos viejos motivos de los que nunca hasta ese momento había podido escapar. La causa del efecto me había llevado hasta allí y no podía hacer marcha atrás, o por lo menos quería postergar esa sensación inevitable de volver nuevamente a lo mismo, a ese camino que tantas veces recorrí pero siempre había retrocedido, hasta que un día, un milagroso día comprendí el efecto de la causa y tome mi voraz decisión. Situar un espacio y un tiempo no era necesario ante tal adversidad, la naturaleza, que arma mas sabia que esa, me había llevado hasta aquel viejo ombú, contemplando la belleza del paisaje, los pájaros, el arroyo, que asombroso era admirar la perfección en cada ciclo de la naturaleza; la costumbre a la compañía nunca me había dado la posibilidad de encontrarme, cuestionarme, explorarme, observarme, quizás me desconocía tanto que una mezcla entre miedo y curiosidad invadían mi energía, aquella que recorría todo mi cuerpo como una suave brisa de primavera, la sensación era extraña y confortable; de pronto desaparece, mi razón siempre traicionaba aquellos momentos en los que podía despejar la mente y sentir con el cuerpo, comencé a cuestionarme, ¿cuanto tiempo habría desperdiciado?, comencé a recordar y sacar cuentas, pero me di cuenta que nuevamente seguía perdiendo el tiempo en una búsqueda inexorable de explicaciones y razones sin sentido, un vacío comenzó a invadir la esencia de toda sensación agradable que podía haber llegado a sentir, emociones encontradas impedían mantener el hilo entre un antes y un después, se había cortado, pero seguía siendo el mismo, tanta contradicción confundía la poca claridad que había encontrado, a la vez mi alma se sentía viva, muchas ganas de llorar pero a la vez de reír, nostalgia y recuerdos, era momentos de dejarlos atrás pero a la vez recordarlos eternamente, tanta euforia causaba miedo. Quizás había estado adentro de un cuerpo toda mi vida y recién ahora había podido salir, eso me asustaba, me sentía frágil, vulnerable, todo lo que conocía hasta el momento era reciclable pero no útil, no en ese momento, no en esa persona, o en esa nueva persona igual pero renovada, no en ese nuevo viaje, quizástodo lo que conocía no servia ante el miedo a lo desconocido. Admirando ese lugar concebí una conclusión bastante subjetiva, una conclusión que no le pertenece a nadie en particular, pero a la vez le pertenece a todos, una propiedad bastante exclusiva para algunos. El aroma cada vez mas intenso contenía mi respiración con un suave efecto a brisa, nada podía disolver aquel aroma, aquel sitio, momento, lugar, todo concentrado en una rueda de emociones, ¿como podía ser posible tan eterno descubrimiento?, ya no había oscuridad, ya no había sombras, solo podías encontrar luz, donde quieras que buscaras, era una luz muy particular, era la luz del conocimiento, un conocimiento para algunos muy pobre pero muy rico a la vez, diferente a cualquiera que antes hubiera imaginado, era el conocimiento del corazón, del alma, del yo interno. Muchas capas de exteriorización se habían caído, muchas barreras habían desaparecido, tantos años esculpiendo aquella pieza perfecta en busca de mas y mas belleza, sin saber que solo estaba allí, que era mucho mas simple afrontar la dificultad desde otra manera. Aunque nuevos pensamientos y sensaciones me desbordaban , decidí continuar mi viaje, ya no importaría cuan lejos iría ni cuan cerca estaría de aquel lugar del que quizás por cobardía pero con mucho coraje de por medio había abandonado, ya no existía lo lejano ni lo cercano, ambos se complementaban en un todo. Nadie podía haberle dado significado, solo yo lo conocía pero un nombre me parecía bastante incrédulo para tal asimilación. Siempre tuve un modo bastante particular de pensar y expresarme nunca fue mi fuerte, debo admitir que muchas veces esa forma me ha causado varios daños colaterales. Tantas luchas, tantas guerras, tantos llantos, tantas alegrías, reducidos en un solo momento, en un solo instante, en una brisa de primavera.
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